Siguiendo la recomendación de una librería, tropecé para mi suerte con esta lectura que DEBO RECOMENDAR. Vamos a ello…
En el hogar de Albert y Suzanne, la llegada de la primera televisión al pueblo, les va a permitir ver a su hijo Henri, destinado en la guerra de Argelia.
Albert, es el gran protagonista de la novela. Combatiente en la segunda guerra mundial durante cinco años, su batallón fue derrotado y capturado por los alemanes. Esta experiencia dura, es vivida con un mutismo inusual, a la vez que hiriente, en la historia de Albert .Entre alguna de sus consecuencias, estuvo el perderse la infancia y el apego hacia su primogénito.No está a gusto en su piel, vive por una especie de inercia.Piensa recurrentemente en la muerte, con la que tontea con atracción a lo largo de toda la novela.
Suzanne vive obsesionada por el hijo movilizado. Le escribe casi a diario. Se prepara solo para aparecer bien en las fotos que le envía…
Gilles es el segundo hijo, de tan solo diez años,la viva imagen de Albert. Es un gran aficionado a la lectura, cuestión que desconcierta a esta familia obrera que no sabe como canalizar tal afición.
Todos ellos se nos presentan con la excusa de ver al hijo mayor por televisión, esa noche. Nos presentan su historia, su pueblo, sus relaciones, su pasado, su presente y su desdibujado futuro.
El libro está plagado de escenas notables. A destacar, en mi opinión, el momento en que Albert debe lavar a su madre, anciana y ausente. Las reflexiones sobre su cuerpo, la vida, la muerte…
Y por supuesto, es también (muy) digno de mención el polvo inesperado de Suzanne en el rio. El resurgir del deseo, la liberación, el reencuentro consigo misma.
Sin olvidar esa escena final impecable…
Pero es que, destacar tres escenas del libro, es una tarea tan complicada como injusta. La novela está plagada de momentos y reflexionesbrillantes.
Los personajes, memorables en su totalidad, con una sobresalienteexposición del mundo interior y exterior de Albert.
Es una novela rapidísima de leer, una agilidad en ningún momento reñida con su calidad.
Un libro muy digno. Una prosa impecable, una exposición intimista de los personajes que hace adentrarte en la vida de éstos de un modo inevitable.
Grande la historia de Albert. De obligada lectura.
Cuando me encuentro con un buen libro para comentar (como es el caso) y compruebo el desorden en mi exposición, es cuando pienso que deberia leer tomando notas o subrayando frases. Pero si hiciese todo eso, no disfrutaría de lo que leo como lo hago, y dejaría de ser la persona desordenada y desastrosa que soy. No me compensa, asi que ya siento el desorden...