Al final, las obras quedan...

Por Negrevernis
Vuelo de mariposas en el estómago. ¿O eran pececillos persiguiéndose?
Ha comenzado el curso. Hoy en sus caras no había especial emoción en el reparto de los exámenes de recuperación y para el alumno del fondo, a la derecha, no parecía haber pasado el tiempo:
- Que sí, que sí, profe, que ya me marcho -dice, hinchando sus adolescentes pectorales, orgulloso del gimnasio y los músculos logrados, y de su incapacidad para escribir correctamente su nombre sin faltas de ortografía. Entrega las hojas en blanco, cierra el estuche vacío y se pierde por el pasillo.