Sus números impactan en una simple lectura. Allá por el Apertura 2009, convirtió 18 goles en 14 partidos y se puso la ropa de campeón con Banfield. Inolvidable momento en su vida. Y de ahí en más, Santiago Silva siguió con su sana costumbre en Vélez. Nada de detenerse. Así lo destaca su currículum goleador. En 53 cruces por torneos locales y copas internacionales, el uruguayo dio 37 gritos. El último de ellos, esta vacelina que abrió el triunfo contra Gimnasia. Un golpe de vista le permitió calcular la distancia y poner la bola por encima de Bonetti. Golazo total. Y sin dudas, la perla del 15° fecha del Clausura.