Al Hirschfeld, de profesión caricaturista

Publicado el 17 abril 2012 por Cinefagos

Si visitamos la Public Library for the Performing Arts de Nueva York, en el vestíbulo encontraremos un tablero de dibujo con su lámpara y una silla, junto a una caricatura de un honorable señor de barba luenga y nívea. Todo ello perteneció a Al Al Hirschfeld, uno de los mejores caricaturistas del Hollywood más clásico.

Albert “Al” Hirschfeld (June 21, 1903 – January 20, 2003) se caracterizó por usar el mínimo de líneas y el blanco y negro puro en sus obras. Actores de teatro, de cine y televisión, políticos y todo tipo de famosos se admiraron al quedar plasmada su caricatura sobre el papel blanco de Al.

Comienzos

Su primer contacto con el mundo del arte ocurrió siendo adolescente, acudiendo a clases de arte en Nueva York. Al poco y durante breve tiempo, realizó anuncios para los estudios de Samuel Goldwyn, y tras esto se convirtió en director de arte, con sólo 17 años, en Selznick Pictures. Montó su pripio estudio de arte que no le duró ni un suspiro cuando Selznick Pictures quebró. Para arreglar la situación con los empleados, y pagarles lo que les debía, colaboró con los estudios de los hermanos Warner, tras lo cual fue recompensado por su tio con un viaje a París y una dotación económica de 500 dólares.

Consolidación

Reforzó sus estudios de  dibujo, pintura y escultura en Londres y Paris y, hacia mitad de la década de los 20, de regreso a los Estados Unidos trabajó en The New York Times y New York Herald Tribune tras su regreso a los Estados Unidos, cuando un amigo de Al mostró al editor de estos periódicos algunos de sus dibujos. Sus ilustraciones acompañaban las sinopsis de multitud de obras de Broadway.

En el cine

Una de sus aportaciones más importantes al mundo del cine fue ilustrar posters de películas de Charlie Chaplin y de los Hermanos Marx, cuyas caricaturas representan un gran logro en la carrera del dibujante y han permanecido como las más identificativas de los actores.

Curiosidades

la obra del caricaturista inspiró a Walt Disney en su largometraje Fantasía 2000 (1999) en la parte titulada Rhapsody in Blue. También puede verse un reconocible homenaje en Aladdin (1992), con el genio de la lampara transmutándose en actores con el estilo de dibujo de Hirschfeld.

Un detalle curioso es que desde que nació su hija Nina, en buena parte de sus caricaturas escondió el nombre de la niña, provocando que observar los dibujos derive en pasatiempo para buscar el dato escondido.

Una vida de trabajo

Colaboró con el humorista S. J. Perelman al que conoció en Paris, en varios proyectos en la revista Holiday, miradas satíricas surgidas de los viajes del duo.
En 1991 realizó para el Servicio Postal de los Estados Unidos una serie de dibujos conmemorativos de cómicos americanos famosos, a la que siguió una serie de astros y estrellas del cine mudo. Todas ellas con la palabra Nina escondida entre sus líneas.

Su producción es monumental, y no son pocos los libros que recogen reproducciones de su obra. Asímismo este artista continuó trabajando hasta su final en 2003. Por ejemplo, uno de sus últimas obras es un dibujo del elenco de la serie Los Soprano. Además su influencia alcanza a multitud de artistas de todas las épocas (Sin ir más lejos, el caricaturista Luis Grañena, de Heraldo de Aragón)

Su fina y nítida línea de tinta, simple pero efectiva, que se marca en la retina, nos devuelven imágenes icónicas a la par que maravillosas muestras de un arte universal. Un auténtico maestro Al Hirschfeld. Disfruten de su legado.

Web de Al Hirschfeld