Cine para los amantes de la acción, con un estupendo Mel Gibson de protagonista.
Gibson es Tom Craven, un veterano policía, a vueltas de todo, que recibe la visita de su hija. La noche de la visita, su hija es asesinada en la puerta de su casa por un tiro. Todo parece indicar, que el verdadero objetivo del disparo que mata a su hija, es Gibson. Craven, se pone a investigar por su cuenta, y pronto se dará cuenta que nada es lo que parece.
La película esta dirigida por Martin Campbell, el director de Casino Royale, y da muestras de sus buenas maneras de dirigir escenas de acción, como también lo hizo en la película de Bond. Quizá en el resto, el director tenga sus carencias, pero lo que creo que pretende en esta película, se logra. Vale que el guión pueda fallar en algunos tramos de la película,
Donde más puede fallar la peli, puede ser en la conspiración que esta entramada en la investigación del asesinato, pero no os desvelo nada para no fastidiaros la película.
En cuanto a los actores, tenemos a un solvente Ray Winstone (que fue el protagonista de la película de Zemeckis: Beowulf), que aunque aparezca poco en pant
Y las escenas de acción, son de lo mejor de la película (superando al argumento), y aunque en alguna ocasión se note el doble de Gibson, esto no hace sino recordar a las estupendas películas de los 90 y 80, donde la acción y el divertimento, e
Por otra parte, el final, a mi me llego a emocionar, y aunque pueda parecer muy comercial, aun padre, estoy seguro le llega esa ultima escena en el hospital (y no digo más).
En definitiva, una entretenida película, muy correcta, que gustara mucho a los amantes de la acción, y a los que no tanto.