Un día cae en sus manos una revista en la que lee un artículo sobre la limpieza de trastos en casa, sin ser consciente de cómo ese artículo cambiará su vida. Lo que empieza como una ferviente limpieza general acaba escapando a su control. Cuantas más cosas tira Lou, más libera todos esos rincones ocultos de su corazón que le causan tanto dolor.
¿Quién sabe dónde le llevará su recién descubierto entusiasmo por aquello que es esencial para vivir?
«No había imaginado que pudiera haber tantas cosas en el cajón. Era como una Tardis. Con toda probabilidad aparecería un Dalek que estaría acechándola y que le destrozaría la mano en cualquier momento».
Lou tiene dos caras: la mujer sumisa que prepara exquisitos platos a su marido, la que le atiende ante cualquier necesidad que él tenga, la que aguanta los reproches de su madre y las órdenes de su hermana, la que ve como sus compañeros de trabajos son humillados por su encargada; y luego está el recuerdo de lo que Lou fue hace años, la que defendía a sus amigos, la que se no dejaba mangonear por nadie, la que tenía el sueño de montar una cafetería italiana junto con su mejor amiga Deb. ¿Cómo aquella mujer fuerte y luchadora llegó a convertirse en lo que es ahora? Me impresionado bastante ese cambio y al ver que no reaccionaba ante lo que le estaba pasando, sobre todo respecto a la relación que tiene con su marido Phil. Es posible que creáis que la novela está destinada a aquellas mujeres que son menospreciadas por sus parejas, pero no es así, aunque la idea principal vaya por ese camino, los personajes secundarios ayudan a ampliar la idea, como es el caso de sus compañeros de trabajo, quiénes sufren la humillación por parte de un superior suyo. Por lo tanto, Al llegar la primavera quiere enseñar que nadie nos tiene que hacer creer que no valemos nada, nosotros somos capaces de cualquier cosa que nos propongamos, que somos felices como somos y que no pueden manejarnos a su voluntad.
¿Y cómo consigue Lou salir de ese estado? Pues todo comienza cuando descubre en una revista un artículo sobre la limpieza de trastos y en cómo puede ello ayudarla a sentirse mejor. Y Lou decide hacerle caso empezando por un cajón de la cocina. Poco a poco se dará cuenta de la
Realmente es una sencilla y bonita historia, la idea principal me ha gustado mucho y aunque los personajes no me han llegado a emocionar sí que en algunos momentos he sentido simpatía hacía ellos –o todo lo contrario en el caso del marido de Lou, lo odiaréis-. Lou sigue el esquema establecido para que entendáis todo su proceso de cambio, sin embargo, había momentos en que me exasperaba. Una vez avanzas en la novela te das cuenta de lo previsible que es, no es algo negativo pero sí que podía haber escondido mejor las sorpresas y que la resolución hubiera sido un poco más enrevesada, en vez de ser tan sencilla. En cualquier cosa, la novela me ha gustado y yo misma me enfrasqué en la limpieza de varios cajones (y es verdad, hay tantos trastos, ¿cómo se pueden acumular tantas cosas viejas?). Sin embargo, no he logrado conectar con el estilo narrativo de Milly Johnson, creo que el problema ha sido la traducción o la corrección porque me he encontrado con muchísimos errores ortotipográficos –sobre todo de la mitad del libro hasta el final-. No sé si ha sido porque he leído el libro electrónico y ha habido complicaciones en su edición, o si la editorial no ha hecho un buen trabajo.
En definitiva, qué mejor época para leer una novela que aquella en la que transcurre su historia, así que si os ha llamado la atención Al llegar la primavera es una buena opción para esta estación: os animo a leerla, veréis los trastos de vuestra habitación/casa de diferente manera.
«El amor era como una armadura, pensó Lou. Cuando te la ponías, podías enfrentarte a cualquier cosa. El problema era que, cuando te la quitabas, no solo se llevaba tu ropa, sino también una capa de tu propia piel».