Un hombre, aparentemente un supremacista blanco, ha cometido este viernes el peor atentado en la historia de Nueva Zelanda, al disparar a bocajarro con un arma automática contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch. Al menos 49 personas han muerto y otras 20 han resultado heridas de gravedad, según han confirmado la policía y la primera ministra del país, Jacinda Ardern.
Alrededor de las 14:00 hora local (02.00 en la España peninsular), una persona —identificada por los medios como Brenton Tarrant, un ultraderechista xenófobo de 28 años— entró armada en la mezquita Al Noor y comenzó a abrir fuego indiscriminadamente contra los feligreses, según testigos. Mató a 41 personas. En el interior había entre 300 y 500, según testigos. Poco después asesinó a otras ocho personas en la mezquita de Linwood, a seis kilómetros de la primera. El atacante lo retransmitió en directo por Facebook a través de una cámara que llevaba sujeta a la cabeza.
Al menos tres fallecidos y cuatro heridos tienen pasaporte de Bangladés, según el consulado del país en Auckland, la capital del país. Cuando empezó el tiroteo unos 18 miembros de la selección de críquet de Bangladés se encontraba en un autobús a 50 metros de la mezquita. Estaba previsto que este sábado disputasen un encuentro, que ha sido cancelado, contra el equipo neozelandés.
La primera ministra ha dicho que entre las víctimas podría haber además refugiados y migrantes. “Se trata de uno de los días más oscuros de la historia de Nueva Zelanda. “Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, estaba bien planeado”, ha declarado Ardern.
Las autoridades han detenido a tres personas que ocultaban explosivos en sus coches. Una de ellos ha sido acusada de asesinato. Ninguna estaba bajo vigilancia por las fuerzas de seguridad, ha confirmado la primera ministra. Los agentes no buscan a más sospechosos.
La policía ha cerrado los accesos al centro de la urbe, la tercera mayor del país y la mayor de la isla sur, y llamado a la población a permanecer en sus casas. El nivel de alerta máxima decretado ha supuesto el cierre de todas las mezquitas del país, así como los colegios y edificios públicos de Christchurch.
En el vídeo del ataque, de unos 17 minutos, se observa cómo el atacante, vestido con ropa militar, conduce hacia el lugar de los hechos, toma dos armas de su vehículo y con un arma automática dispara a quienes se encuentran en la calle y en la entrada de la primera mezquita. Ya en el interior vacía hasta tres cargadores. Cinco minutos más tarde regresa a su coche y cambia de arma para continuar la matanza. La Policía de Nueva Zelanda ha empezado a actuar para que se elimine el vídeo de las redes sociales.
El comisario de policía Mike Bush ha informado de que el acusado de asesinato es un hombre de cerca de 30 años que pasará este sábado a disposición judicial. Según la prensa local, se trata de Brenton Tarrant, un entrenador personal australiano. En una cuenta de Twitter que ya ha sido eliminada, publicó un manifiesto titulado The Great Replacement (El gran reemplazo, en español), en el que detalla los motivos del atentado y reconoce que se inspiró en Anders Behring Breivik, el asesino noruego que en 2011 mató a 77 personas en Oslo y en la isla de Utøya. Según ha informado el diario The Guardian, ambos tuvieron un “contacto breve”. Behring Breivik está condenado hoy a un régimen de aislamiento.
En el texto, Tarrant se define a sí mismo como un “hombre blanco normal” que pretendía “cometer una barbarie para evitar otra mayor”, para “enseñar a los invasores que nuestras tierras nunca serán sus tierras, nuestra patria nunca será la suya, al menos hasta que el hombre blanco viva, y que nunca conquistarán nuestro país y nunca sustituirán a nuestra gente”.