Y mucho han tardado los socialistas en posicionarse, aunque lo hayan hecho de una manera muy correcta y sin que se hayan producido declaraciones de guerra, para la deriva a la que está llevando Pedro Sánchez al PSOE. Y es que la situación del Partido Socialista es muy complicada, pues por una parte son conscientes de que su actual dirección es una calamidad y que como se produzcan unas nuevas elecciones es muy probable que obtengan menos de los 85 diputados actuales, pero por otra también saben que no pueden cambiar de secretario general con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. Por eso muchos barones socialistas están esperando al resultado electoral en Galicia y el País Vasco, con una previsible debacle del PSOE, para que se celebre el ansiado Comité Federal y poder obligar a Sánchez a permitir el gobierno de Mariano Rajoy, con “una abstención exigente y responsable, por el bien de España” y así tener la puerta abierta a que se convoque el congreso federal y poder echar de una vez (salvo que dimitan antes) a los desastres de Sánchez, Hernando y Luena, que vaya tela… Y está por ver lo que hará el PSOE andaluz, la federación más importante del socialismo español, pues ayer se conocía la petición de pena de la fiscalía para los ex presidentes de la Junta, José Antonio Griñán, Manuel Chaves y otros históricos de “la PSOE”, y a lo mejor Pedro Sánchez juega con este tema en su guerra contra Susana Díaz. Veremos. El caso es que el PSOE tiene una difícil papeleta porque todo pasa por ellos. Y mientras tanto, ocurra lo que ocurra, al menos nos entretienen tirándose los trastos a la cabeza.
Al menos nos entretienen tirándose los trastos
Publicado el 16 septiembre 2016 por Catalega @CatalegaY mucho han tardado los socialistas en posicionarse, aunque lo hayan hecho de una manera muy correcta y sin que se hayan producido declaraciones de guerra, para la deriva a la que está llevando Pedro Sánchez al PSOE. Y es que la situación del Partido Socialista es muy complicada, pues por una parte son conscientes de que su actual dirección es una calamidad y que como se produzcan unas nuevas elecciones es muy probable que obtengan menos de los 85 diputados actuales, pero por otra también saben que no pueden cambiar de secretario general con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. Por eso muchos barones socialistas están esperando al resultado electoral en Galicia y el País Vasco, con una previsible debacle del PSOE, para que se celebre el ansiado Comité Federal y poder obligar a Sánchez a permitir el gobierno de Mariano Rajoy, con “una abstención exigente y responsable, por el bien de España” y así tener la puerta abierta a que se convoque el congreso federal y poder echar de una vez (salvo que dimitan antes) a los desastres de Sánchez, Hernando y Luena, que vaya tela… Y está por ver lo que hará el PSOE andaluz, la federación más importante del socialismo español, pues ayer se conocía la petición de pena de la fiscalía para los ex presidentes de la Junta, José Antonio Griñán, Manuel Chaves y otros históricos de “la PSOE”, y a lo mejor Pedro Sánchez juega con este tema en su guerra contra Susana Díaz. Veremos. El caso es que el PSOE tiene una difícil papeleta porque todo pasa por ellos. Y mientras tanto, ocurra lo que ocurra, al menos nos entretienen tirándose los trastos a la cabeza.