Ese es nuestro amigo Darren. Sin embargo ese no es su único estilo, en su filmografía hay dos películas que destacan por ser diferentes (diferentes e inferiores, almenos no se han ganado el favor del público y los críticos como el resto), que son "La fuente de la vida" y "Noe". La verdad es que prefiero hablar del otro Darren, el deprimente chiflado. Me gusta ese tío. Es curioso que sus películas más depresivas e inmorales sean las mejor consideradas. Al parecer en el mundo donde vivimos ya no es como antaño, cuando al haber un guión con un final triste, ya salían los productores a joderles el final para que la película acabara con un precioso beso. Aunque fueran Batman y Robin tenían que besarse al final de la película. Ahora parece que si una película es sobre una fiesta de pijamas al final tienen que morir todas. La gente tiene gustos muy raros, que se le va a hacer.
Bueno, pues hablemos de sus depresiones cinematografiadas. En su ópera prima, "Pi", pudimos ver la clara imitación a su universo Lynchiano, ese surrealismo realista, que intenta tocarte las pelotas y dudar del sentido de lo que estás viendo, hasta recordando a "Eraserhead" (básicamente por su blanco y negro y su atmósfera desasosegante). Ahí ya vimos, con su visceral dirección y su, digamos, curiosa (por no decir otra cosa) banda sonora, que le gusta destrozarte la cabeza sin compasión. A partir de ahí se "normalizó" la cosa, no antes sin mostrarnos una de las películas más traumáticas que ha parido la humanidad, claro, "Réquiem por un sueño" (de la cual hemos hecho una crítica conjunta recientemente). A partir de ahí siguió con su baza psicológica pero fue más amable y decidió que a partir de ese momento ya no haría pelis que te jodieran la vida, solo que te hicieran no poder salir de casa en un mes.