Su fama ha ido creciendo estos últimos años y poco a poco ha ido cobrando más notoriedad entre el mundo cinéfilo. La película que empezó a darle más bombo fue "Incendies", un dramón en toda regla sobre la guerra del Líbano en forma de thriller que dejó aterrado a medio mundo. Porque joder, la película ya de por sí es dura, y el final... no quiero ni hablar de ese final, pocos finales más traumáticos que este he visto. Pero bueno, no le demos más importancia a ese final como a toda la película de por sí. Si convenció a la crítica y al público no fue por su dureza (aunque bueno, en parte...), sino por lo bien hecha que estaba. En ese momento supongo que no concibieron que esta película fuera canadiense, casi parecía que no lo fuera y todo. Dirigida con pulso de cirujano, brillantemente interpretada y con una fotografía increíble (uno de los rasgos de este director), la gente vió que este tío tenía cosas que decir, y suerte que le dieron un buen empujón, pues su próxima película sería "Enemy", mundialmente conocida por gustarme mucho.
No hablaré de "Enemy" aquí, la obra posterior a "Incendies", pues ya la comenté bien en su momento, si queréis leer el comentario que hice os lo dejo aquí. Básicamente decir que es una obra jodidamente fascinante, dirigida con una sobriedad que asusta, una fotografia agobiante y onírica y con una interpretación de Gyllenhaal espectacular.
Finalmente, la película por la que es más conocido este buen cana... este buen hombre se llama "Prisioneros", y fue estrenada el "2013" con una buena recogida por parte del público y una apasionada recepción de la crítica. Y no es para menos (aunque personalmente me fascina más "Enemy"). Como es mejor no destripar nada de la trama de esta película, basta con decir que es un drama de intriga de secuestros. Así que no os esperéis un paseo por el parque. Es dura, es cargada, es oscura y dura dos horas y media. No será fácil salir de ahí, pero cuando lo consigas verás que ha valido la pena. Si tengo que decir algo de este director, a parte de la seriedad con la que dirige sus películas, siempre tan seco y tan intrigante, es que es un director camaleonico. Aprovecha esa sobriedad para mezclarse con el ambiente que él quiere, puede ser de tintes Lynchianos ("Enemy"), Finchianos ("Prisioneros") o a lo Gus Van Sant (lo siento, era demasiado difícil hacer de su nombre un adjetivo, irremediablemente "Polytechnique" recuerda a "Elephant", aunque esta sea superior"). En definitiva, que este tío lo vale, a ver que nos deparará ahora...