Rebosa felicidad, ¿verdad?
Esta semana le ha tocado a un hombre muy especial. Un hombre que hasta tiene nombre raro. Y bueno digamos que el pobre hombre no es muy agraciado. Pero nosotros no somos tan superficiales, juzgamos por su buena fe. O en este caso por su desprecio por el ser humano. Pero bueno, seamos amables, será un verdadero misántropo, pero al menos se lo toma con sentido del humor. Eso sí, un sentido del humor que haría vomitar a un cura. Bueno, es un mal ejemplo, que haría vomitar a un político. Bueno, también es un mal ejemplo, joder pues que no haría vomitar a nadie, si es que no queda nadie sensible y puro ya en este mundo. Pf voy entendiendo ahora las películas de este tío. Ah, sí, este tío se llama Todd Solondz.Vale, a ver, este director es algo diferente a los demás directores de los que hemos hablado aquí. Básicamente porque lo que define a este buen hombre son los argumentos que desarrolla en sus películas, digamos que no muy normales. Mezcla una dureza muy bestia con un acidísimo sentido del humor que a algunos les encanta y a otros les da jodido asco. La verdad es que a mi me gusta lo suyo, no es que esté de acuerdo con su forma de ver mierda allí donde va, pero (aunque me impresiona como se toma en broma temas increíblemente serios), me río con sus películas. Lo que busca este hombre es hacerte reír y que luego te sientas culpable por ello. Y es que lo consigue. Consigue hacerte reír por temas que ni siquiera te atreverías a mencionar, no te explicas como pero lo consigue, y luego te das cuenta de porque te has reído y te sientes como una mierda.
Bueno, luego tiene otras películas bastante reconocidas como "Bienvenidos a la casa de muñecas" o "Cosas que no se olvidan", pero me temo que las películas de este tío vienen a ser todas similares (no en el mal sentido), vamos, que no esperes ver una película feliz ni nada por el estilo. Mi teoría personal es que hace este tipo de películas porque está traumado de ser feo. Pobrecito, no lo digo a malas, pero seguro que eso es lo que le ha llevado a hacer estas películas, ha querido mostrar la fealdad interior de la humanidad para ocultar la suya exterior. Y me parece muy bien oye, más (macabras aunque vigorizantes) tragicomedias para nosotros. Pero recordad, la belleza está en el interior, puede que el pobre no sea muy atractivo, pero en el fondo es un angelito.