Al real zaragoza en la víspera del todo o nada.

Por David Porcel

Desde que moramos en el barrio de la miseria nuestras batallas son siempre las más duras, las más crueles. Nos lo jugamos todo en el último suspiro y dejamos víctimas a nuestro paso, la piedad volaría en la mudanza.
En el desagüe de la galaxia no manda el dinero, gobiernan los golpes y los empujones hasta que tiran de la cadena, ¡pobre al que le pille debajo!
Nos importan un huevo las coreografías blaugranas y las óperas madridistas, ¿qué coño es esa mierda?, sólo miramos el sustento del mendigo, nuestro vecino.
Ha llegado la hora, la treinta y ocho, la más tenebrosa, el momento en que los harapientos peleamos indiferentes a los estruendosos bostezos de los gigantes.
Samuel Porcel Dieste.