Mi puntuación: 9/10
La última época dorada de Disney, que por suerte pude disfrutar en mi infancia, nos deleitó con este magnífico largometraje de animación que exprimía lo más jugoso de la fórmula que tan buenos resultados les había dado. Unos protagonistas rodeados de secundarios entrañables dentro de un mágico cuento de hadas con canciones inolvidables son las piezas necesarias para impregnarnos con un mensaje alentador cuya moraleja cala muy hondo. Y no nos olvidemos de algo tan imprescindible como la diversión, la cual alcanza cotas muy altas gracias sobretodo a un hilarante genio doblado de forma magistral tanto en su versión original como en la doblada en nuestro país.