Además de volver luego con los dos héroes principales de DC, Moore se atreve a tratar con un personaje tan curioso como es el Fantasma Desconocido, quizá el personaje más enigmático del Universo DC, y al que Alan Moore da un origen… un curioso origen que a mi me ha recordado alguna historia de Neil Gaiman, protagonizada por ángeles.
Pero el plato fuerte de lo que queda del libro, viene de la mano de los protagonistas de las mayores franquicias de DC. Por supuesto, hablo de Superman y Batman. Sobre el primero, el tomo incluye otra pequeña saga, los dos números de ¿Qué fue del Hombre del Mañana?, una historia que yo tenía muchas ganas de leer y a la que por fin he podido acercarme, y que sirvió en su día para cerrar de alguna manera la historia del Superman Pre-Crisis. ¿Qué fue del Hombre del Mañana? nos sitúa en un futuro hipotético, en el que un periodista entrevista a Lois Elliot (antes conocida como Lois Lane) para que cuente como fueron los últimos días del mayor de todos los héroes que ha conocido nuestro planeta, Superman. Así, en una historia cargada de tintes nostálgicos, Moore se embarca en una narración que incluye a la mayoría de los amigos y enemigos de Superman para dar al Hombre de Acero un final digno. La Legión de Superhéroes, Lana Lang, Lois Lane, Perry White y su esposa, Jimmy Olsen, Batman, Wonder Woman, Brainiac, Lex Luthor, Metallo, Mister Myxptlyk (creo que lo he escrito bien), la Legión de Supervillanos, Supergirl, Krypto… todos ellos tienen un sitio en esta historia, quizá algo ñoña, pero muy entretenida.
El estilo oscuro se lo guarda Moore para las dos historias sobre Batman que aún contiene el tomo. Barro Mortal es una genial
Y para cerrar el tomo, ECC ha incluido la que probablemente sea la gran joya de Alan Moore en el Universo DC. Sí, se trata de La Broma Asesina, publicada miles de veces, exaltada hasta el hartazgo… y que sigue siendo probablemente el mejor cómic que nunca se ha publicado sobre Batman (con permiso de Miller y Año Uno). Contando con el apoyo de los lápices de Brian Bolland, auténticamente inspirado en esta obra, Moore bucea en el pasado de Batman, y sobre todo en el del Joker para ofrecernos su propia visión del origen de este villano (Moore se inspira para ello en un antiguo cómic en el que se relacionaba al Joker con el ladrón Capucha Roja), y nos muestra la visión más enloquecida del Joker que podamos haber visto fuera de las manos de Morrison o de Cristopher Nolan. Cada página de La Broma Asesina es un tributo al cómic, y no voy a contar mucho sobre ella; primero porque creo que todo el mundo la ha leído, y segundo porque el que no lo haya hecho, debería hacerlo sin saber qué va a encontrarse.
¿En resumen? Me remito a la valoración que hice en el post anterior sobre este tomo. Se ha hecho un gran trabajo para mostrarnos al mejor Moore, reuniendo sus mejores trabajos en un tomo auténticamente imprescindible. Es una lástima que un hombre que demostró tanta valía para el género de los superhéroes se haya empeñado una y otra vez en cerrar su lápida.
Y una suerte que los superhéroes hayan decidido resistirse.