La fiscalía había solicitado 20 años de cárcel. Durante el juicio oral quedó demostrada "la participación directa del contratista estadounidense en un proyecto subversivo del gobierno de Estados Unidos para tratar de destruir la Revolución mediante el empleo de sistemas de infocomunicaciones fuera del control de las autoridades para promover planes desestabilizadores contra diversos sectores sociales".
El acusado, según la Nota distribuida a la prensa, reconoció durante el juicio, que se celebró entre el 5 y el 6 de marzo pasados, "haber sido utilizado y manipulado por la Agencia para el desarrollo internacional USAID de Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado y que financia la empresa contratista DAI en nombre de la cual Gross vino a Cuba".
Gross, de 61 años, puede interponer recurso de casación ante la sala de los delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular.
El contratista fue detenido en La Habana, acusado de introducir de forma ilegal en la isla equipos de comunicación satelital, para promover planes de desestabilizadores contra diversos sectores sociales.
Washington ha negado la acusación y declaró que Gross se encontraba en la isla para facilitar a la comunidad judía conectarse a Internet, lo que motivó el desmentido por dicha comunidad.
La sentencia condenatoria fue dictada después del juicio contra este ciudadano estadounidense que se celebró en La Habana durante dos días y al que asistió su esposa Judy, así como abogados de la familia y representantes consulares de la oficina de Intereses de EE.UU en Cuba.
NOTA DE PRENSA
Sancionado el estadounidense Alan Gross a 15 años de privación de libertad
La sala de los delitos contra la seguridad del estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana impuso este viernes una sanción de 15 años de privación de libertad al estadounidense Alan Phillip Gros, por el delito de “actos contra la Independencia o la integridad Territorial del Estado” de la República de Cuba.
Para tomar este decisión el Tribunal tuvo en cuenta las numerosas pruebas testificales, periciales y documentales practicadas en el juicio oral, en especial las presentadas por la fiscalía, que demostraron la participación directa del contratista norteamericano en un proyecto subversivo del Gobierno de Estados Unidos para tratar de destruir la Revolución, mediante el empleo de sistemas de infocomunicaciones fuera del control de las autoridades para promover planes de desestabilizadores contra diversos sectores sociales.
Durante la vista del juicio oral, el acusado reconoció haber sido utilizado y manipulado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) de los Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado y que financia a la empresa contratista DAI, en nombre de la cual Gross vino a Cuba.
Contra la sanción impuesta, Alan Phillip Gross podrá interponer en su momento recurso de casación ante la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular.
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