El espacio que antes ocupó el Pakta de Albert Adrià y los hermanos Iglesias, alberga hoy un restaurante que aúna dashi y frincad
Algunos de los pupilos del desaparecido Grupo elBarri -alianza entre los hermanos Iglesias y los Adrià que llegó a revolucionar el panorama gastronómico barcelonés antes de la pandemia- empiezan ya a dar mucho de qué hablar. Jaume Marambio (chef de 32 años) y Vicky Maccarone (profesional de sala de 28 años), son dos de los alumnos más aventajados, y buena prueba de ello, es el gran éxito que empiezan a saborear con su proyecto personal: Alapar.
Estos dos jóvenes emprendedores no son de los que se amedrentan a la primera de cambio, por eso, abrir su propio proyecto gastronómico en el local que ocupó el Pakta, solo les da respeto y más energía si cabe para seguir adelante. Y lo hacen con un concepto de izakaya mediterránea. “o bodega tradicional con visión asiática”, como les gusta a ellos definirlo. En definitiva, una taberna mediterráneo-japonesa estilosa y con estilo, en donde estos dos jóvenes, y su también joven equipo, lucen escuela, formación y sobrada profesionalidad.
La clave del éxito es saber trabajar muy bien y con técnica un producto de primera calidad y siempre respetando la temporalidad. Es un producto mediterráneo donde se aplican técnicas asiáticas de cocción, de encurtidos, de marinados y de cortes. “Hemos crecido en esta profesión a la par, y así queremos que sea nuestro restaurante. Juntamos dos culturas que a la par son una maravilla”, explican Jaume y Vicky.
- En tiempo récord, habéis conseguido ubicar Alapar entre los “imprescindibles” de Barcelona ¿Cuál es el secreto de esta veloz andadura?
El secreto es simple, mucho trabajo y esfuerzo.
Tenemos la suerte de ser un gran equipo, por lo que donde no llega uno el otro lo cubre y viceversa. Es verdad que los dos primeros meses costó mucho pero creemos que ahora hemos conseguido una pequeña estabilidad que esperamos que dure
- En el pasado Gastronomic Forum BCN estuvisteis a un paso de ser nombrados “Cuiner 2022”. ¿Qué ha significado llegar a la final, ser elegido, Jaume, para ensalzarte con esta distinción?
Para nosotros ha sido un premio estar dentro de los seis finalistas. Cuando nos llamaron para decirnos que estábamos entre los finalistas nos quedamos sorprendidos y agradecidos. Estar entre estos finalistas significa mucha visibilidad para el restaurante que, ahora mismo, es primordial para seguir creciendo.
- ¿Por qué una taberna mediterráneo-japonesa como primera “aventura en solitario”, o mejor dicho, “aventura a la par”?
Es una comida con la que nos sentimos muy a gusto. Nos encantan esos sabores y las combinaciones que hemos creado.
Es muy importante también la parte de “aquí”, la cocina catalana, mediterránea, tiene mucha presencia en nuestra carta.
- Jaume, has pasado de ser uno más del equipo, a liderar el equipo, pero en el “mismo” espacio donde trabajabas antes. ¿Cómo se lleva ese cambio, no cambio?
Realmente no ha sido un cambio tan grande, solo que ahora le sumas otras preocupaciones.
En el antiguo Pakta, yo era el jefe de cocina y por suerte, Albert nos daba la oportunidad de aportar creatividad y guiar el restaurante.
- ¿Cuál es el reto más importante al que os habéis enfrentado hasta el momento con Alapar?
Lo más complicado ha sido tener paciencia. Abrimos y los dos primeros meses pensábamos que todo estaba mal y que teníamos que modificar las cartas. Por suerte entre los dos nos ayudamos a contenernos y, al final, era paciencia lo que debíamos tener.
- Saüc, Disfrutar, Tickets, Pakta, Mont Bar… ¿Cuál de todos ellos te ha marcado más?
Saüc fue el primer restaurante gastronómico en el que trabajé, y en el que me di cuenta de que quería ser cocinero y aprender al máximo, algo que me hizo cambiar la mentalidad de la gastronomía.
Y en Elbarri, tanto en Tickets como Pakta, con Albert, me cambió la manera de pensar, tanto a nivel profesional como personal. Un lugar donde cada día se intentaba ser mejor y evolucionar diariamente.
- Ya con unos meses de andadura, ¿cuál es el “plato” estrella, aquel que pensáis que será el “imprescindible”?
Uno de los primeros platos que probamos antes de abrir, y que hoy en día creemos que es de los que no podemos quitar de la carta, es el Montadito de calamar y panceta.
Es un pan a la brasa, yema de huevo, panceta ibérica y sashimi de Calamar.
- ¿Qué comensal ha pasado por vuestras mesas o barra y os ha hecho más ilusión servir y cocinar para él/ella?
La realidad es que intentamos transmitir el mismo cariño e ilusión a todos los comensales, y nos hace la misma ilusión hacer felices a los comensales cuando comen o cenan.
- ¿Un sueño, una meta de futuro?
Para el futuro esperamos que Alapar siga creciendo y madurando. Creemos que tenemos mucha trayectoria con este proyecto. ¡Podemos dar más! Pero, es verdad que somos un poco inquietos, no descartamos la idea de montar otro espacio, algo totalmente diferente de Alapar en algún momento.
C/ Lleida, 5, Barcelona, 08004938 87 20 96
info@alaparbcn.com
https://alaparbcn.com/