Nuevo mes, nueva alarma sobre algo cancerígeno que comemos. Ahora toca los fritos y asados.
De los creadores de “Aceite de palma te palma”, “El panga me tanga” y “Kebab con fosfatos mola mazo” nos traen una nueva entrega, esta vez con la acrilamida.
Acrilamida
Compuesto orgánico muy usado industrialmente en distintos procesos de producción de bienes , se usa en la fabricación de papel, en el refino del azúcar, en el tratamiento del agua y en perforaciones petrolíferas para extraer metales por poner algunos ejemplos. También produce proceso de polimerización y formar fibras de tipo poliamida.
Se forma fácilmente y de forma natural con presencia de azúcares en los procesos de cocinado a altas temperaturas. Debido a ello se puede encontrar en variados alimentos procesados industrialmente como patatas fritas, galletas, pan tostado, etc.
Alarma alimentaria
En 1994 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el cáncer declaró como “probablemente cancerígeno 2A” para humanos por las pruebas realizadas en animales. En el nivel 2A se encuentran también el glifosato, las carnes rojas o las bebidas a más de 65ºC.
El alarmismo que se recicla cada varios meses con distintos alimentos es recurrente, pero a poco que se escarbe más allá de las noticias de “telediario” se comprueba que no es tanto como lo pintan.
Exageración al nivel de la homeopatía
El bombardeo al que nos hallamos los consumidores cada cierto tiempo roza niveles ofensivos a la inteligencia. La cantidadde para ser un riesgo evidente se daría con cantidades de consumo enormes. Kilos de patatas fritas al día, decenas de litros de café y así con todo lo que aporte acrilamida a la dieta. No solo en cantidades sino que las pruebas actuales no afirman tal caso.
Daniel Torregrosa, licenciado en Ciencias Químicas, Toxicólogo y miembro de la Real Sociedad Española de Química: “no es necesario cambiar los hábitos por ella, ya que no es el problema”. Todo favorecido por unos medios de comunicación que buscan llamar la atención en una sociedad “que tiende a decir que todo es cancerígeno, con la consecuencia de que al final la percepción es que si todo lo es, nada lo es”, como sostiene Torregrosa.
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