Recién llegado de Nueva York, y después de haber pasado allí una semana, a mi regreso leo periódicos atrasados y todos ellos me parecen más viejos de lo que en realidad son porque lo que parecía importante hace una semana ha dejado de serlo tras la tragedia ocurrida en Japón. El terremoto fue devastador, el tsunami arrasó todo lo que encontró a su paso, pero el desastre nuclear amenaza el futuro del país y reabre un viejo debate sobre la seguridad de la energía atómica, que los intereses del mercado y las grandes compañías siempre han negado. Ayer el Parlamento vasco exigió, una vez más, el cierre de la Central Nuclear de Garoña para el año 2013 y yo me preguntó por qué esperar hasta entonces cuando hay una demanda social e institucional contraria a su explotación. Javier Vizcaíno, en su columna habitual en el diario Público, desgrana con acierto la hipocresía y el cinismo de la derecha mediática y el Partido Popular, que hacen bandera de las bondades de la energía atómica, negando todas las ventajas y viabilidad de las energías alternativas y renovables. Claro que el PSOE tampoco se queda atrás y sus máximos responsables apelan a la seguridad de las centrales españolas para preservar su funcionamiento, en la confianza de que la alarma generada por lo sucedido en Japón amaine y el olvido se imponga, permitiendo a las instalaciones nucleares seguir adelante, mientras las compañías que la explotan se enriquecen y contratan con sueldos millonarios a políticos retirados, pero aún influyentes, dispuestos de vender voluntades a cambio de retribuciones de escándalo.
http://blogs.publico.es/trama-mediatica/2011/03/15/%c2%bfnuclear-si-por-supuesto/