Al grito de “¡Viva L´Humanité!” Marc Foster nos presenta este nuevo proyecto. En él, seguimos la historia de Julian Albans (Bryce Gheisar) tras ser expulsado de su anterior instituto por hacer bullying a un compañero. Un día al llegar a su casa le recibe su abuela (Helen Mirren), quien le cuenta cómo fue su infancia en la Francia ocupada por los nazis. Da comienzo así una película familiar, pero no por ello alegre, que nos invita a la reflexión y el agradecimiento a los pequeños actos de generosidad.
Tampoco se puede destacar en ella ningún aspecto técnico, porque no es lo más memorable. Una trama simple, sin grandes giros de guion y con un final más que predecible. A partir de la segunda mitad de la película, se vuelve todo bastante repetitivo y el final es muy abrupto para lo largo que se hace el nudo del relato. A pesar del mal sabor de boca que nos deja el desenlace, las dos últimas secuencias son cuanto menos conmovedoras e iluminan sutilmente una historia trágica.
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- ##check## Lo bueno
- La bondad e inocencia de los protagonistas.
La luz que aporta a una historia tan triste como es el holocausto. - ##times## Lo malo
- Se queda un poco escueta en cuanto a acción y giros argumentales.
No guarda apenas relación con su antecesora.
Helen Mirren promete ser la protagonista y sale bastante poco.
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- Ambientación 7.0
- Los paisajes que salen son espectaculares.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Puede que les cojas cariño, pero nada como el personaje de August de la primera película.
- Argumento / Guion 6.0
- Lo más interesante de esto son las lecciones morales.
- Banda Sonora 5.0
- Aprobado solo por la canción de Post Malone que sale al inicio.
- Entretenimiento 6.5
- La historia es bastante simplista, lo cual afecta según avanza el metraje.
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- Puntuación Total 5.5 / 10