Permanece turbada en el espacio enrarecido de la habitación, emborrona cuartillas con palabras extrañas, sin preocuparse de aciertossintónicoso literarios.
Deslucida, prófuga de infamias,
elude los perfiles de la lobreguez engrandeciendo los sueños que le sostienencontra la intolerancia de los absurdos.
Individuos prudentes e indolentes
asienten su abstinencia y angustiasin misericordia,
roñosos contra cualquier inocencia.
Acusadores, desde sus perpetuas resacas,la fracturan una y otra vez.
Los canallas no descansan,
incitan su extendida consternación
celebran la excusa en sus símbolos.
Secuaces de lo presuntuoso advienen al sacrificio de su franqueza.
Revelan en reversos artículos,
con mezquina desidia,el quebranto de sus alas.
Pichy