Género: Indie sinfonic electronic.
De Brandon Bethancourt, o lo que es lo mismo, Alaska In Winter tengo conocimiento desde el año pasado que escuché algunas piezas sueltas de su Holiday. Recuerdan a Seabear, o a Sin Fang Bous, vamos el sonido que destila el islandés Sindri Már Sigfússon. Así que quienes los conozcan, ya podéis haceros una idea de que hablo.
Y me entero por Bart, Bart-olo, que el de Santa Fe tiene nuevo EP, Suicide Prevention Hotline puesto a la venta el 15 de junio. Poca broma con este más que proyecto en el que se acompaña por Zach Condon (Beirut) y Heather Trost (A Hawk and a Hacksaw), entre otros. Todos ellos, con especial sensibilidad y gusto por una amplia gama de instrumentos de cuerda, pero con la gracia de hacerlos cercanos gracias a una sinfónica y sutil electrónica de etiqueta.
Escuchas Divine Miscalculations, con unas cajas sintetizadas en modo loop, acompañada con efectos de fondo, violines y voces desde la lejanía, a la que sólo falta algún tirabuzón para que sea redonda, pero suficiente para que sea mágica.
Forever Twenty-One Gun Salute o Dancing With Death mantienen el tipo más que dignamente, pero la que se lleva la palma es Demons, absolutamente maravillosa. Ese piano que sube, la voz, de nuevo los violines que nunca deberían callar, my god, qué preciosidad. Cierra Downward Spiral Dial Tone que no es una canción al uso, algo más de diez minutos que bien podrían ser una banda sonora ensoñadora de cualquier película que se precie. Más que un cierre parece el anuncio de lo que está por venir, tanto o más mejor, de lo que acabas de escuchar.
Uno de los EPs del año. En serio, pecado perdérselo.