En este día las fachadas de la construcción se suelen colocar en lo alto cruces de madera con adornos florales, listones o papel.
También se acostumbra que el encargado de la obra o bien propietario de la construcción les ofrezca una comida. Por otra parte en ciertas parroquias e iglesias se hace una misa pidiendo por el trabajo y la salud de los albañiles, que posteriormente va acompañado de una fiesta con música y pirotecnia.
Este día como imaginamos ha cambiado todo, no habrá comida ni bebida, ni si quiera la posibilidad de quienes profesan la religión católica de poder acudir a dar gracias a un templo.
En algunas construcciones sólo se colocó alguna ofrenda o se adornaron las cruces, pero hasta ahí. Estamos en tiempos de crisis y lo mejor es guardarse en casa con la familia.