Albatros está ambientada en 2036, en un contexto en el que la clase política ha desaparecido, dada su probada inutilidad, para dar paso a una mano invisible de dirigentes anónimos formada por una coalición de los hombres más poderosos del mundo. El uso de drones militares y la represión de cualquier muestra de rebeldía se han convertido en su santo y seña, vendiendo a la población el miedo a la inestabilidad y utilizando el supuesto bienestar para justificar la recopilación masiva de datos personales y el control de las comunicaciones.
La novela aborda una era de transición, en la que esta mano invisible pretende abandonar la clandestinidad y elegir a un nuevo líder mundial de entre los más reputados miembros de la coalición dirigente. Al mismo tiempo, un grupo de encapuchados comienza a realizar pintadas en las que se puede leer un mensaje inquietante: «Ahora nos toca a nosotras».
Albatros es una novela que se desmarca por sí sola, alejándose del estereotipo de novela futurista y mezclando ingredientes de la novela negra, política, satírica y social, igual que se desmarca su autor, cuyo estilo desenfadado hace esperar grandes cosas de él. Tanto es así que, si quisiera, estoy seguro de que Ródenas podría convertir Albatros en una saga de varios volúmenes que seguro que alcanzaría el mismo éxito que otras sagas míticas como Millenium, Juego de Tronos o El Señor de los Anillos. Al tiempo.