Vaughan era un fiel seguidor de Albert King y cada vez que ofrecía uno de sus conciertos, el mítico Stevie no perdía la oportunidad de verle actuar. Finalmente, Albert King decidió tocar con SRV, pero solamente porque le reconoció como un asiduo a sus conciertos. In Session es un disco especial, a nuestro juicio, lo consideramos como un homenaje de Stevie Ray Vaughan a todo un grande del blues eléctrico, Albert King. En él, podremos sentir la tremenda complicidad musical de estos dos geniales artistas.
Centrándonos en el álbum, las sesiones fueron grabadas en directo para la televisión el 6 de diciembre de 1983 en los <<CHCH-TV Studios>> de Hamilton, Ontario (Canadá) y se publicaron el 17 de Agosto de 1999 por el sello Stax Records. En 2010, se edita en formato DVD, conteniendo entrevistas y diverso material extra.
Incluyendo 11 temas, abre el disco con el clásico “Call It Stormy Monday” perteneciente a T-Bone Walker, un blues lento en dónde nos muestran su virtuosismo a las seis cuerdas, siempre respaldados por una sección rítmica espectacular.
Seguidamente, “Old Times” segunda pista del disco en dónde tiene lugar una interesante conversación entre King y Vaughan, en la que intercambian opiniones y recuerdos. Vaughan, nostálgico, evoca la primera vez que vio tocar a Albert King allá por 1973. Como respuesta, Albert King elogia la calidad musical del tejano, diciéndole que hay muy pocos guitarristas que posean velocidad y “alma de blues”. Sin duda, dos cualidades que convirtieron a Stevie Ray Vaughan en un mito del blues.
Destacaremos la portada del LP, que de alguna manera, transmite a la perfección la sencillez del arte del blues, un estilo que no necesita de abarrotados estadios ni supermillonarias producciones para demostrar su grandeza.
Así concluye esta obra, cortesía de Stevie Ray Vaughan y Albert King. Desafortunadamente, la denominada “música del alma” perdió para siempre a Stevie Ray Vaughan en 1990, en un fatídico accidente de helicóptero. En 1992, Albert King fallecía de un ataque cardíaco en Memphis. Pero no se fueron sin antes dejarnos una colaboración histórica, que sirvió para iluminar una vez más el firmamento del blues.