Alberto Chicote y su 'Pesadilla en la cocina'

Publicado el 07 enero 2013 por Mediasmentiras @mediasmentiras


Alberto Chicote del Olmo es un tipo que cae bien. Tiene cara de bonachón, esa mirada del que tiene arranque de potro salvaje cuando se enfada y luego parada de burrito manchego cuando se le pasa.
Eso es nobleza al fin y al cabo.
Puede que parte de su temperamento lo lograra jugando al rugby. Los ignorantes dirán que es un deporte de bestias, eso es que desconocen su esencia y sus peculiaridades como el "tercer tiempo".
Yo una vez conocí a un jugador de rugby enfadado, muy gilipollas, pero tenía motivos ya que me estaba enrollando con su novia en la puerta del local donde el estaba, yo era joven y tenía poco aprecio a mi vida, pecados de juventud...
Chicote es un currante de esto de la cocina, tiene varias muescas en su revolver de las que destaca su restaurante de fusión NODO y el PANDELUJO. A poco que sepas de cocina les habrás escuchado, sobre todo el primero.Además ha sido galardonado con varios premios individuales, aunque yo siempre pienso que la mayoría de los premios en todos los ámbitos son pura mierda manipulada.
Ha colaborado en el País y con ese genio llamado Toni Garrido, ahora está en la Sexta. No le veo yo en Intereconomía ni en la Razón. Hay cosas que están claras, cuestión de principios.
Luce casacas de Ágata Ruiz de la Prada. Parece ser que le regaló una y luego el ha encargado varias. Es un toque de originalidad, de imagen de marca, me gusta, crea buen rollo.
Sobre el programa de "Pesadilla en la cocina" tengo opiniones enfrentadas.
En su labor de coach está muy bien. Se le coge aprecio, llena pantalla, habla con coherencia, con pasión...
El fin último del programa no lo veo claro. Si es pagar una reforma a los dueños lo entiendo, pero seamos sinceros, ¿alguien iría a comer donde ves que el dueño o el cocinero es un guarro de cojones?. La gente no cambia, si dan asco...darán asco.
Yo no iría por mucho que me cambien de envoltorio el regalo. Ellos pillan el dinero de la productora y ya está, muchos cierran al poco tiempo.Es lo que es.Pero puede servir de ejemplo para los que quieran empezar con un negocio de ese tipo.
Si han sido unos incompetentes para llevar un negocio en años está claro que por un día no cambian, eso seguro.
Como espectáculo televisivo está bien, como acto práctico dudo de su efectividad.
Otro tema es el de la limpieza de las cocinas de los restaurantes donde acudimos normalmente.
Hace tiempo se puso de moda poder ver la cocina de los establecimientos, ver los cocineros trabajar.
Yo no quiero verlo, hay sitios que he visto quien cocinaba y no he vuelto, puro asco.
Se critica mucho la limpieza de los Kebaps y de los Orientales, pero si analizáramos las medidas higiénicas de los bares de barrio veríamos que no son las más adecuadas, por ser fino.
Es por eso que la utilidad final de este programa la veo inexistente, salvo que es un show protagonizado por un tipo con carisma por arrobas, ingenio, y que llena la pantalla como solo los elegidos para la comunicación pueden conseguir.
Por cierto, el chef de la versión americana, Ramsay, también me gusta mucho. Es un pelín más agresivo verbalmente que Chicote pero irradia nobleza y magnetismo. Son dos claros ejemplos de lo que debería predominar en la sociedad en general.

                                                            Un escocés con mala leche

                                                           Casaca de Ágata Ruiz de la Prada

                                                         Te suelta frases como esta y te deja pálido