Revista Sociedad

Alberto Fujimori: La delgada línea entre la cruel condena y el indulto por razones humanitarias

Por Florencio

Alberto Fujimori: La delgada línea entre la cruel condena y el indulto por razones humanitarias. Por: Néstor Rubén Taype

Los peruanos somos testigos ahora de un hecho indiscutiblemente controvertido, un tema que ha polarizado al país y que ha despertado diversas opiniones muy radicales en uno y en otro sentido; los que están a favor y en contra del indulto. Lo que nos preguntamos ahora que el pedido ya se ha hecho ¿Se requiere de otro juicio? Me explico: se necesita nuevamente de entrar al tema de que si se lo merece o no y recordar nuevamente lo que hizo bien y lo que hizo mal.  Entendemos que ese tema ya se ocuparon los jueces y dieron su veredicto como culpable, dándole la condena respectiva. Dicen los entendidos que el indulto es una causa de extinción de la responsabilidad penal, que supone el perdón de la pena. Es una situación diferente a la amnistía, que supone el perdón del delito, ya que por el indulto la persona sigue siendo culpable, pero se le ha perdonado el cumplimiento de la pena. Además afirman  que para otorgar el indulto es necesario un simple acto administrativo, para la amnistía es necesaria una ley. Quizás hubiésemos querido ver el desarrollo de este tema  en una buena relación entre el ejecutivo y la familia. Pero se deslizó el tema político, y se dieron algunos puyazos y agrios comentarios que en realidad no valían la pena. No faltaron los terceros que colocaban al presidente la espada de Damocles, diciendo que si  da el indulto, será recordado como un presidente magnánimo y si no, pues será culpable de la muerte del condenado (¿?) En realidad la posición del presidente Humala no es envidiable, le ha tocado un tema muy sensible y delicado. La última encuesta de El Comercio da un 54% a favor del indulto, eso es poco más de la mitad apenas, hay otra buena parte que no está de acuerdo. Por lo tanto a favor o en contra habrá una buena cantidad de personas disconformes. Será una buena oportunidad de revisar nuestra fe como cristianos y nos preguntaremos si el indulto es un asunto del César o de Dios. La decisión  finalmente está en las manos exclusivas del ejecutivo, quien tendrá que dar un veredicto muy difícil. Por lo demás el mundo da muchas vueltas, la vanidad y el poder  no permite a las personas  imaginar jamás que en esta vida tenga que pedir algo para sí, cuando creen tenerlo todo. Nada más falso.


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