Albet i Noya. Días de vendimia

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

Hace unos días os comentamos en nuestro Facebook las visitas organizadas estos días de vendimia en Albet i Noya y poder ver la bodega en pleno ajetreo. Ahora empieza el proceso de elaboración de lo que serán sus vinos y cavas de esta añada. Nos gustó la idea, seguro que aprenderíamos alguna cosa nueva, está a media hora escasa de Barcelona y así tendríamos de primera mano información sobre el cultivo ecológico de estas viñas. Aunque siempre se puede visitar, hacerlo en estas fechas siempre te permite ver alguna cosa que en otros meses del año no se ven.

Empezamos la visita con un video que sirve de introducción, poniéndote en antecedentes respecto a la historia familiar, como Joan Albet llega a Can Vendrell para encargarse de su mantenimiento, tratando de rebrotarla después de la Filoxera, acabando como propietarios después de varias generaciones. Josep Maria Albet i Noya es quien actualmente lidera las viñas y es quién se atreve con los vinos ecológicos a finales de los años 70… ( ¿existía el concepto de ecología entonces?). Todo un pionero que continúa con su inquietud y sigue experimentando y buscando nuevas posibilidades en el mundo del vino.

Esas ideas algo descabelladas por aquí en aquella época no lo son tanto en el extranjero, donde llaman la atención y consigue apoyo de otros países en los que sus vinos y espumosos tienen gran éxito. Así continúa hoy,  siguiendo con su viñedo con el  100 % de su terreno con cultivo ecológico. Probamos el Tempranillo de Can Vendrell, aún algo verde, cogido directamente de la viña mientras que nos dan las explicaciones que utilizan para el cultivo ecológico: Feromonas, plantación de hierbas y murciélagos son algunas de las “herramientas” que utilizan para mantener limpio el viñedo de posibles infecciones. La poda en verde, que garantiza mayor calidad pero menos cantidad y, este año, la vendimia nocturna algunos de los días son apuestas para lograr la máxima calidad de la uva. Continuamos la visita igual que continua el proceso. Pasamos donde están los depósitos y sorprendentemente vemos como están pisando uva para una de las investigaciones que están llevando a cabo: una uva que han encontrado de la que están averiguando qué puede obtenerse y si se trata de alguna variedad ya conocida. Lo sabremos en unos años…o quizá antes, quién sabe. Probamos algo de su mosto de Merlot, que servirá para hacer coupage con el Pinot Noir y del que saldrá el Rosado Pinot Noir Merlot Clàssic. Ahora muy dulce ya que la fermentación ha sido poca y el azúcar está muy presente. Color y sabor a caramelo, a piruleta. Visitamos también su zona de barricas en las que ahora reposan algunas añadas y para la que utilizan diferentes maderas: roble francés y acacia, que suele aportar un sabor y aroma especial a los vinos. Siguen las explicaciones mientras nos trasladamos al momento final de la visita: la cata.

En este caso, probaremos su Nosodos, un vino sin sulfitos (sin dolor de cabeza…), Xarel.lo del 2014. Como es habitual en este tipo de vinos, evoluciona constantemente y es muy recomendable que una vez abierto, no se dejen muchos días para acabar de consumirse. Buen color, algo dorado quizá y en nariz una notable nota a fruta blanca. Pera es la más identificable.

Seguimos con sus tintos. Al preguntarnos cuál nos apetecía, hubo varias opiniones en el grupo, así que degustamos los que la mayoría de los que hacíamos la visita sugerimos su monovarietal Syrah Colecció y La Milana en el que encontramos cuatro variedades de uva Caladoc, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot.

Dos buenos tintos, cada uno con su estilo. El Syrah con su típico aroma floral bien conseguido después de su paso por barrica. La Milana sorprende, un vino con mucho cuerpo, algo astringente que al probar relacioné enseguida con un buen cochinillo al horno. Para tomar con comida contundente y buena sobremesa que permita terminarlo.

Acabamos un Brut Clàssic Penedès con una burbuja muy fina y con fecha de degüelle de Enero de 2015. Degüelle, por otro lado que efectúan de forma manual, sin congelación y cuya fecha consta en sus botellas en la contraetiqueta. Recomiendan que se consuma en los 18 meses siguientes a ésta.

Como siempre, final feliz!. Una visita que ocupa un poco más de dos horas, sin que se haga larga, interesante porque seguramente cada una de las que organicen tendrá algo diferente al encontrarse en un periodo diferente de la vendimia. De esta forma, existe un factor sorpresa que no desvelarás hasta el día que vayas a verlos. Esta visita tiene un precio de 17 Euros, aunque existe la posibilidad de poder hacerla con degustación de queso, pan con tomate y embutidos por 26 Euros. Una buena forma de pasar la mañana!

Os dejamos el vídeo que resume su historia, que es el que sirve de introducción