Ingredientes:
- Alcachofas 1 kilo.- Almejas ¼.- Ajos 4 dientes.- Vino de Jerez 250 ml.- Harina, una cucharada colmada.- Perejil un manojito.- Guindilla 1.- Aceite de oliva 250 ml.- Sal.
Elaboración:
Limpiamos las alcachofas de sus hojas duras, y de las puntas. Sumergimos en agua con abundante perejil, para que no ennegrezcan, y las lavamos en esta agua. Escurrimos e inmediatamente las ponemos a freír en aceite abundante y las salamos. Las mantendremos pochando con el fuego bajo, de quince a veinte minutos.
Las apartamos, dejando en la sartén un poco de aceite, el resto lo quitamos. En ese aceite que hemos dejado, freímos los ajos a ruedas, sin que se quemen, y la guindilla entera.
Las almejas las hemos tenido durante este tiempo en agua con sal, para ayudarlas a soltar la arenilla. Las enjuagamos debajo del grifo y las echamos sobre los ajos.
Después de unas vueltas incorporamos el vino de Jerez y la cucharada de harina, disolviéndola perfectamente.
A continuación añadimos las alcachofas. Dejamos que terminen de abrirse las almejas, moviendo sin romper las alcachofas.
Servimos con perejil picado por encima.
Es una de mis comidas favoritas porque tanto las alcachofas como las almejas me gustan bastante, y aquí se unen las dos para hacernos disfrutar de sus cualidades.
La alcachofa de Tudela "menudo invento", es deliciosa, os aconsejo que si sois de esta verdura la probéis... y luego me contáis. No dejéis de probar otras, pues la geografía española nos regala, afortunadamente, alcachofas de gran calidad.