Alcalá de henares

Por Equipajesdemano @auroracgalisteo

Hay fines de semana en los que te apetece desconectar, salir de la vorágine de la capital y disfrutar de un rico almuerzo en un sitio diferente y que no esté muy lejos. Todos estos requisitos los reúne Alcalá de Henares, a tan sólo 34km de Madrid, con un centro histórico y muy paseable, declarado Patrimonio de la Humanidad, repleto de bares y restaurantes en los que degustar la cocina castellana y algunas especialidades alcalaínas.
Y uno de los mejores sitios para hacerlo es Casa Nino, fundada por Saturnino Romero en 1953, en plena época de posguerra, cuando se dedicaba al oficio de esquilador de ovejas. Su negocio comenzó siendo frecuentado por los miembros de la Brigada Paracaidista tras acabar su jornada, para poco a poco convertirse en el lugar de reunión de familiares y amigos donde degustar los platos más tradicionales. Y cincuenta años después, esa tradición sigue siendo su emblema.
El local dispone de una alargada zona de barra donde tapear (hay que destacar que con cada consumición sirven algo de tapeo), un comedor con amplias mesas y para los días de buen tiempo una agradable terraza bajo la arcada de la Calle Mayor.
Visitar Casa Nino implica irremediablemente probar sus especialidades: los champiñones salteados, la oreja de cerdo y el pincho moruno, platos que abundan en todas las mesas y que mantienen su plancha al 100% durante todo el día. Entre las recetas propias de la ciudad, cabe destacar las migas manchegas con chorizo y huevo frito, la sopa de ajo y el cabrito y cordero al horno (que hay que pedir por encargo), aunque cualquiera de sus carnes es de excelente calidad.
Todo ello con un servicio cercano, simpático, eficaz y a muy buen precio, pues con botella de vino aparte puede rondar los 20-25€ por persona.

La ciudad complutense destaca también por su dulces artesanos y de convento y son numerosas las pastelerías que los preparan. Entre los más típicos están las rosquillas glaseadas, las almendras garrapiñadas y la tarta costrada (a base de merengue y hojaldre) que fue inventada por la confitería Salinas pero que se ha convertido en todo un referente de Alcalá. Para los más valientes, también queda la tradicional merienda a base de migas con chocolate, que sirven en diferentes locales como la Hospedería de los Estudiantes (propiedad de la cadena de Paradores Nacionales).

Por último recomendar la visita a la Universidad de Alcalá, con una explicación de su historia y de sus edificios muy interesante y curiosa, rápida (45min) y ofrecida por los estudiantes de arquitectura, que tan sólo cuesta 4.5€ o 3€ con Carnet Joven.
¡FELIZ JUEVES!