Y debería ser normal porque es normal que dirigentes públicos se reúnan para dialogar, compartir y aprender de las experiencias de otros. De hecho es habitual entre PP y PSOE, por ejemplo, reuniones de sus respectivos alcaldes y demás cargos públicos. Pero lo que no considero lógico es que estas reuniones las celebren miembros de diferentes formaciones políticas (o candidaturas) y menos aún que, además, inviten a un miembro representante de la proetarra EH Bildu, como lo es el alcalde de la capital navarra, un tal Joseba Asiron. Es decir, este encuentro me suena a un paso más en el frentismo que ha iniciado la extrema izquierda que a un encuentro en el que pretendan aprender entre ellos mismos; salvo que lo que quieran poner en común y compartir sea como paralizar los proyectos iniciados por los gobiernos anteriores, destruir todo aquello que no les guste, empezando por los símbolos nacionales, como es la monarquía, y acabando por el nombre de calles que crean no adecuados para esta “nueva época”, pasando por cómo proceder con la deuda que consideren “ilegítima”, con el objetivo de fomentar el odio entre sus propios vecinos… Veremos qué sucede y qué conclusiones se hacen públicas de ese encuentro, si las hay, porque también puede ser que hayan organizado este foro de “alcaldes del cambio” para tener la excusa de pegarse alguna juerga de vez en cuando y aprovechar para hacer turismo, a costa del erario público, como no podía ser de otra manera.
Y debería ser normal porque es normal que dirigentes públicos se reúnan para dialogar, compartir y aprender de las experiencias de otros. De hecho es habitual entre PP y PSOE, por ejemplo, reuniones de sus respectivos alcaldes y demás cargos públicos. Pero lo que no considero lógico es que estas reuniones las celebren miembros de diferentes formaciones políticas (o candidaturas) y menos aún que, además, inviten a un miembro representante de la proetarra EH Bildu, como lo es el alcalde de la capital navarra, un tal Joseba Asiron. Es decir, este encuentro me suena a un paso más en el frentismo que ha iniciado la extrema izquierda que a un encuentro en el que pretendan aprender entre ellos mismos; salvo que lo que quieran poner en común y compartir sea como paralizar los proyectos iniciados por los gobiernos anteriores, destruir todo aquello que no les guste, empezando por los símbolos nacionales, como es la monarquía, y acabando por el nombre de calles que crean no adecuados para esta “nueva época”, pasando por cómo proceder con la deuda que consideren “ilegítima”, con el objetivo de fomentar el odio entre sus propios vecinos… Veremos qué sucede y qué conclusiones se hacen públicas de ese encuentro, si las hay, porque también puede ser que hayan organizado este foro de “alcaldes del cambio” para tener la excusa de pegarse alguna juerga de vez en cuando y aprovechar para hacer turismo, a costa del erario público, como no podía ser de otra manera.