Alcohol y refrescos – No los mezcles

Por David355

Como bien sabemos, cada vez son más los jóvenes que se inician en el consumo de bebidas alcohólicas, desgraciadamente, en edades más tempranas. La falta de educación por parte de los padres hacia sus hijos en estos temas, el libertinaje que abunda en muchos de los hogares y el fácil acceso que tiene el alcohol en la actualidad son los grandes culpables.

Además de alcohol, también ha aumentado el consumo de refrescos, tomados en muchos casos conjuntamente con alcohol, una mezcla verdaderamente nefasta.

¿Por qué es peor tomar alcohol con refrescos?

En primer lugar porque al mezclarlos, el resultado final de la bebida es mucho más sabroso, lo que la hace más apetecible y se pierda la percepción de la cantidad que se está bebiendo.

En segunda instancia, porque el efecto deshidratante se multiplica, pues la metabolización del alcohol y el azúcar requiere la presencia de agua y minerales.

Estas dos causas son las más destacadas, pero como no me parece suficiente, añadiré algo más para darle fuerza a mi argumento de que el alcohol, junto con todas las desvirtuadas e inútiles bebidas que lo acompañan, son una lacra para la salud.

Existen estudios como éste, realizados hace un par de semanas, que han correlacionado la ingesta de alcohol con bebidas artificiales azucaradas. En este caso, los jóvenes estudiantes que consumen alcohol y a la vez mezclan el mismo con refrescos o bebidas azucaradas, sufrieron de manera más notable los efectos del alcohol, aumentando la duración de la resaca y la gravedad de los daños.

Desde un punto de vista químico, podríamos definir al alcohol como una sustancia moldeable, ya que el cuerpo dispone de mecanismos para metabolizarla, pero no eficientemente, por desgracia. Estos mecanismos consisten en grupos de enzimas llamadas alcohol-deshidrogenasas, encargadas de convertir el alcohol en sustancias inocuas para el organismo. Estas enzimas son necesarias para vivir, algunas de ellas participan en el correcto aprovechamiento de la vitamina A. Según las investigaciones realizadas al respecto, el cuerpo dispone de estas enzimas para transformar sustancias tóxicas en metabolitos que no sean dañinos, de manera ocasional, pero cuando el consumo es desmesurado o muy alto en un cierto momento, de aquí que haya dicho que no son eficientes, la metabolización de las sustancias tóxicas se ve refrenada por la incapacidad de nuestro organismo para eliminarlas, ya que sólo resulta eficaz en dosis mínimas, provocando los efectos indeseables que todos conocemos.

La alcohol deshidrogenasa depende de varios cofactores, los más importantes zinc y hierro. En personas alcohólicas crónicas, la deficiencia de estos minerales es brutal, lo que puede llevarles a una congestión hepática incurable o a trastornos cardiovasculares como la diabetes. El alcohol además inhibe la formación de glóbulos rojos y leucocitos, todos ellos dependientes de los niveles de zinc y hierro, por lo que a la larga la anemia se hace inminente.

Posibles observaciones

Algunos especialistas sugieren que la mezcla de bebidas azucaradas con alcohol reduce la absorción del mismo en el tracto digestivo, pero esto pasa únicamente cuando hay presencia importante de grasas y proteínas. También hay que aclarar que por mezclar azúcar con alcohol no se reducen los efectos negativos del mismo, lo que sí que produce es un mayor impacto calórico, pues el alcohol, como el azúcar, aporta gran cantidad de calorías vacías.

Por tanto, ni solo ni acompañado, vosotro@s decidís. ¡A seguid san@s no lo olvidéis!