Aldo Reine, el líder de los bastardos

Publicado el 22 septiembre 2009 por Preguntas

La última de Tarantino, "Malditos bastardos" tiene todos los ingredientes que hacen de la misma una película menos sanguinaria que otras de Tarantino, pero al fin y al cabo tiene un humor negro interesante y secuencias memorables.
La ocupación francesa por parte de la Alemania de Hitler se cobra en los primeros minutos de la película unas cuantas vidas al más puro estilo Tarantino. El actor Cristipoher Waltz, premiado en Cannes como mejor actor por este trabajo, da vida al Coronel alemán Hans Landa, un Sherlock Holmes que por el acento del habla de cualquier persona sabe su origen. Un talento peculiar el del coronel, y que al otro bando le va a traer problemas.
Soshanna es una niña judía que logra escapar del brutal tiroteo.
Tarntino divide en capítulos la película, así que cuando llegamos al tercero por fin conocemos a los "malditos bastardos".
Los bastardos son llamados así por el gobierno hitleriano a los que en otra zona de Europa matan a los alemanes de uniforme. Su líder es Aldo Reine(Brad Pitt) y tiene reclutadas a auténticas bestias pardas de hombres(por poner algo bien escrito) que cortan las cabelleras de los nazis al más puro estilo apache.
Tras una elipsis temporal Soshanna se ha convertido en dueña de un cine gracias a una herencia, y es cortejada por un héroe de guerra que aparece en las películas del Régimen. El actor español Daniel Brühl("Salvador(Puig Antic") se codea con grandes actores defendiendo a un joven enamorado que es incapaz de ver secuencias violentas en la pantalla aunque él mismo las haya protagonizado. Son ironías de la vida; ironías Tarantinianas.
Cuando Aldo Reine y sus hombres se infiltran en la fiesta cinematográfica donde el mismo Hitler va a acudir...se enreda toda la trama aderezada con unos tiros, sangre, cantidad de muertos...pero no puedes evitar salir del cine partiéndote de risa. Durante dos horas Tarantino te ha llevado a una revisión de la Hitoria, te ha hecho pasar miedo, has temblado, y como siempre...unas gotitas de mal gusto que los más jóvenes espectadores sedientos de sangre alaban a voz en grito y aplausos.
La era Tarantino, violenta y cruel...pero qué humor más inteligente. Eso no se lo puedo negar al bueno de Quentin.