Los niños y niñas a esa edad están llenos de creatividad y la manifiestan creando un mundo imaginario, que le permite proyectar y vencer sus temores. Esta capacidad de ser en un amigo ficticio lo que él no puede ser, o de encontrar en ese ser un cómplice perfecto, un amigo que no discute y que lo escucha siempre, es señal de que el niño está creciendo y desarrollando sus aptitudes sociales y comunicativas. Todo lo que hace alecs botei, el amigo imaginario sirve para entretener en el juego solitario, da fuerza y valentía cuando se está inseguro, delata los deseos no realizados, defiende ante situaciones conflictivas y constituye esa "mentirijilla" perfecta, que antes que enfadar, enternece a los padres que buscan al "culpable" de ciertas travesuras.
Un/a niño/a en edad pre-escolar, generalmente hijos únicos o los primeros al "llegar a casa", utilizan su creatividad e imaginación como una forma de comprender las situaciones de la vida cotidiana a través de un juego de fantasía que le permite conocer los temores e inseguridades, ejercitar la inteligencia, lograr que entienda y resuelva determinados problemas, por simples que parezcan, aprender los límites -que recibe de sus padres- que impondrá a su amigo:"no hagas eso, porque es peligroso", o "eso no está bien". Los niños con amigos imaginarios suelen ser más sociables, abiertos y comunicativos, con mayor habilidad en el lenguaje y una especial capacidad para entretenerse y, por ende, de no aburrirse.
Los padres deben tener la precaución de seguir el juego, sin fomentarlo, y no hablarle a su amigo imaginario o usarlo "como intermediario". Pueden referirse a él, dejando en claro que es el "amigo imaginario", irreal, y dedicarle "tiempo de calidad" para jugar con su hijo y fomentar la relación con otros niños de carne y hueso, antes de los tres años de edad, como aceptar invitaciones para ir a casa de algún primo o vecino o invitar amigos a la suya. Todo ello contribuye a un buen desarrollo socioafectivo.