El Palacio de la Plaza del Dam fue concebido en 1648 como Ayuntamiento y convertido en Palacio Real por Luís Napoleón en 1810, uso que mantiene desde entonces.
Nos fijaremos en las alegorías de la fachada posterior, la que da a la Raadhuisstraat, por ser la que mejor refleja la Edad de Oro de las Provincias Unidas de Holanda tras el reconocimiento de su soberanía en la Paz de Westfalia.
El tímpano que corona la fachada muestra una dama majestuosa, alegoría de la ciudad de Ámsterdam, servida por los cuatro continentes que le aportan su riqueza. La base de su fortaleza reside en la navegación (velas plegadas y palo mayor) y en los instrumentos matemáticos que están a sus pies: astrolabio y ballestina.
Suele ser Europa la representada con los atributos de las nuevas ciencias y de las artes para mostrar su superioridad sobre los otros continentes y, así, justificar sus objetivos colonialistas, pero en Ámsterdam es la propia ciudad la que domina: Europa, con su cuerno de la abundancia, también se somete al poder de Ámsterdam.
La estructurada está coronada por Atlas soportando el universo, figura que se repite en el gran salón de los mapas del interior.
L a iconografía del tímpano fue esculpida en 1655 en el taller de Artus Quellinus. Donde mejor se aprecia la obra es en la sala del Rijksmuseum donde se encuentra expuesto un modelo de terracota: la gran maqueta está allí acompañada de detalladas explicaciones.