Alehop, de José Antonio Fortuny

Publicado el 05 abril 2016 por Sandracronistera @SandraBlogCLCM
"Una farsa negrísima, angustiosamente divertida, ingeniosa, inteligente y muy actual", así define Rosa Montero Alehop de José Antonio Fortuny, una descripción que comparto salvo por el calificativo de "farsa negrísima" puesto que a mí me ha parecido, más bien, una tragicomedia. Y es que, en su segunda novela, Fortuny cuenta una historia con un trasfondo triste aunque esté contada con humor.
En Alehop el autor nos cuenta, con un lenguaje mundano pero muy, muy, cuidado, dos historias que, en principio nada tienen que ver la una con la otra: por un lado, la llegada, de forma 'casual', de un circo a un pueblo del que nada sabemos (ni nombre, ni ubicación); y, por otro lado, la situación doméstica en la que se encuentra un matrimonio anciano de ese mismo pueblo: la mujer no se puede levantar de la cama y su marido no puede ayudarla a hacerlo por motivos de salud. Sin embargo, a pesar de que parecen acontecimientos de lo más contrapuestos, corren en paralelo a lo largo de toda la novela, ¿cómo? si digo que el alcalde de dicho pueblo hace de nexo ¿sirve cómo pista?
Con una sonrisa en los labios lees, por no decir devoras, una historia tierna, conmovedora, y, además, una gran crítica social, en la que ni la publicidad, ni los políticos ni el periodismo (protagonistas inertes junto con la salud, el dinero y el amor, como apunta el tarro de caramelos de la imagen) salen ilesos, ¿por qué? porque nos muestra la cara oculta, el lado oscuro, de cada uno de ellos. Por ejemplo, ¿os habéis fijado en cómo los políticos nos dan gominolas para que nos contentemos y nos olvidemos de lo importante? ¿no? no me lo creo, jeje, ¿o en cómo algunos periodistas (sin pensar en nadie ni generalizar, que no todo el mundo es igual) se aprovechan de la desgracia ajena para sacar partido? ¿tampoco?, ¿o cómo las marcas o empresarios te crean necesidades de productos o servicios de los que antes podías prescindir perfectamente? Pues todo ello se trata en Alehop.
Dicho esto, supongo que os habré despertado un poco la curiosidad y os estaréis preguntando quiénes son sus personajes ¿no? (o al menos espero que sea así...). Pues bien, es una novela coral en la que destacan, principalmente, cinco personajes: el matrimonio de ancianos, el alcalde del pueblo, el mánager del circo y el periodista, destacando, entre éstos, el matrimonio. Entre estos personajes se entabla una lucha (directa o indirectamente) de poderes, de conveniencias y de supervivencia, siendo la prinicpal la establecida entre el matrimonio de ancianos y el mánager del circo por obtener la gracia y la atención del alcalde. Por su parte, el periodista también tiene que librar sus propias batallas, entre ellas, calibrar cuánto vale su dignidad.
Como veis, quizás no es una historia que desconozcamos, que nos resulte nueva, pero desde luego es buen guantazo para  que, aunque sea de vez en cuando, abramos los ojos y nos paremos a pensar más allá de nuestro día a día. de las prisas y las tareas pendientes, y también para que nos olvidemos de tomar el soma* y pensemos por nosotros mismos. Tanto es así que fue de mis lecturas favoritas de 2015.
*Soma: droga que aparece en Un mundo feliz, de Aldous Huxley.
FORTUNY, José Antonio. 2012. Alehop. Madrid: Funambulista. 352 pp. ISBN 9788493985554.
ResumenUn misterioso circo llega a un pueblo remoto. Mientras la población se queda hipnotizada por el espectáculo tan vanguardista que se despliega ante ella, una pareja de ancianos trata de solucionar lo que es, a todas luces, un insignificante problema doméstico. Sin pretenderlo, se verán involucrados en una aventura trepidante, en una compleja trama —en la que el circo y su sibilino mánager tendrán su papel— que les llevará hasta límites insospechados.Alehop es una original comedia negra que, bajo una apariencia de historia desenfadada, hace aflorar con sutil maestría temas universales como el abuso de poder, la confrontación ideológica, la manipulación de las masas...Tras su libro testimonio, Diálogos con Áxel, José Antonio Fortuny firma ahora una parábola sobre el desamparo de los más vulnerables en una sociedad hedonista y, para mucha gente, directamente hostil.