Alejandro Fernández rompió en llanto durante la celebración de uno de sus conciertos, ofrecido en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México el pasado viernes 20 de noviembre. No obstante, el público lo animó con sus aplausos y gritos para que siguiera cantando. Fernández continuó con Sin Tantita Pena y Amada Mía y al finalizar expresó: "¡Gracias! No sé si fue por la gripe o un poco porque me haya puesto sentimental, pero pues… todos lloramos alguna vez".
Durante el concierto El Potrillo agradeció en varias oportunidades estar vivo después de haber sufrido un accidente automovilístico el pasado mes de septiembre en Guadalajara, México. De igual manera aclaró el por qué del maquillaje que utilizaban sus músicos en escena: "Se preguntarán por qué estamos maquillados así. Es por nuestras tradiciones. Para nosotros, la muerte es una risa, que por cierto, casi me lleva. ¡La vi cerquita a la huesuda! ¿Y saben qué? ¡Estaba bien guapa! Pero decidí quedarme, porque tenía muchos compromisos aquí con todos ustedes, con la vida y con mis hijos para verlos crecer".
"Muchísimas gracias a Dios y a la vida por haberme dado la oportunidad de estar vivo y disfrutar de todo esto, de estar aquí arriba en el escenario y poder cantar. Después del accidente he disfrutado más de muchísimas cosas, se me abrieron los ojos. ¡Gracias México, gracias a Dios y gracias a la vida!" enfatizó.
También comentó que durante las últimas semanas había padecido bronquitis y laringitis razón por la cual le sorprendía a sí mismo el poder estar de pie y cantando a sus fanáticos.