Deutsche Bahn AG, la mayor compañía de trenes de Alemania y una de las corporaciones de transporte más grandes del mundo, quiere incrementar el porcentaje utilizado de energías renovables (solar, eólica e hidráulica) en sus trenes. El objetivo a alcanzar es que el 28 % de la energía consumida sea de origen renovable en el año 2014, desde el 20 % actual, y entre un 35-40 % para el año 2020.
Para la mitad de siglo, se plantean ser una compañía totalmente renovable, superando así los propios objetivos fijados por el gobierno alemán del 80 % del total.
En lo que respecta específicamente a los trenes de larga distancia, quieren que para el año 2014 un tercio de la electricidad provenga de fuentes renovables.
Los trenes de la compañía transportan anualmente unos 1.900 millones de pasajeros y 425 millones de toneladas de carga.
Para poner en funcionamiento los trenes, es necesario utilizar cada año, aproximadamente una cantidad cercana a los 12 teravatios-hora. Muy similar al consumo de la ciudad de Berlín, con sus 3,2 millones de habitantes. Un solo tren de alta velocidad desde Frankfurt a Berlín utiliza tanto como 4.800 kilovatios-hora, cantidad equivalente al consumo de una familia tipo de cuatro personas durante un año completo.
Para el logro de los objetivos propuestos, la compañía ya se ha puesto a trabajar en el sentido de que se han firmado los primeros acuerdos con proveedores de energías renovables para el suministro de energía.
En lo que respecta a la energía solar, la compañía se encuentra analizando la posibilidad de instalar paneles fotovoltaicos en los tejados de sus 5.700 estaciones. Actualmente, y a manera de ejemplo, la principal estación de Berlín ya cuenta con energía solar en sus techos de cristal, pero la producción de los mismos representa una baja cantidad sobre el total del consumo de la misma.
A la vez, la compañía ya se encuentra operando dos parques eólicos ubicados en la ciudad de Brandenburgo, y el mes pasado ha firmado un mega-acuerdo por 15 años de duración y valorado en unos 1.300 millones de euros, con la compañía eléctrica RWE para el suministro de energía hidroeléctrica proveniente de 14 centrales, por una cantidad suficiente como para abastecer el consumo de 250 mil viviendas particulares, lo que le permitirá "asegurar" con este acuerdo, un cifra cercana al 8 % de sus necesidades de consumo energético.
Han sido los consumidores alemanes los "responsables" de este cambio de políticas, ya que han dejado claro que quieren alejarse de la energía nuclear y apostar por un mayor consumo de renovables. Situación que a partir de Fukushima se vió más fortalecida por la decisión del gobierno alemán de proceder al cierre de sus centrales nucleares durante los próximos años.
La dirección de la compañía coincide en que si bien a corto plazo la utilización de energías renovables será algo más cara que las fuentes de abastecimientos actuales (mayormente vía nuclear), en un futuro próximo la reducción de las emisiones de CO2, significarán una ventaja competitiva.
Seguramente que el camino no será fácil para que el ferrocarril sea 100 % renovable vía el uso de energía solar, eólica, hidráulica, y de cualquier otra tecnología que se decida utilizar en el futuro, pero es lo que la compañía tiene que hacer, por la sencilla razón, que es lo que quieren y "exigen" sus consumidores.
Fuente: The New York Times
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