Alemania, también trastabillea

Publicado el 24 noviembre 2011 por Manuhermon @manuhermon
ALEMANIA
PIB: € 2,4 tn
Deuda externa: € 4.2 € 50.659 tn
La deuda externa por persona 176%
La deuda externa y el PIB 83%
Gobierno de la deuda con el PIB
Situación de riesgo: LOW
La mayor economía europea está expuesta a la deuda griega, irlandesa y portuguesa, pero sobre todo, española. Con cualquiera de estos incumplimientos, Alemania se verá afectada. Su economía se está desacelerando, principalmente debido a los problemas que afectan sus socios de la eurozona.
Y como potencia industrial de Europa, los problemas en Alemania significan más problemas para la eurozona, y también para el sistema internacional en general.

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Vuelvo a retomar el enlace de la BBC. Business, hoy la parte dedicada a Alemania, en donde se están produciendo enormes discusiones sobre el futuro del euro, de la eurozona, de la UE, de lo nuevo que saldrá y de los problemas que empiezan a tomar cuerpo en su economía.
Ellos eran los ‘potentes’, gracias a las ventas que realizaban a la periferia que comprábamos a crédito, pero su sistema se mantenía con la enorme exportación al resto, que no compramos por la crisis, y sus exportaciones a las clases adineradas de los emergentes no son suficientes, todavía, para tirar del carro, Alemania nota la crisis al verse afectada por el menor crecimiento del resto y por los compromisos que tienen los balances de sus bancos en forma de créditos y deuda pública de los PIIGS. La recesión que está provocando su rigidez fiscal puede estropearles su propio festín, si no hay crecimiento no hay posibilidad de pagar deudas ni de comprar productos alemanes, puede aumentar su paro y dificultades financieras.
Por otra parte la presión política de izquierdas-verdes de las fuerzas europeas empieza a calar fuerte dentro de Alemania, ahora la batalla se está dando en torno al BCE y la posibilidad de homologar sus objetivos a los del resto de bancos centrales de cualquier país, y en torno a la financiación europea, eurobonos o bonos que permitan que no exista tanta distancia entre los tipos de unos y otros países. Tipos que por otra parte están recogiendo las diferencias entre economías, reflejando algo parecido a como si tuvieran monedas diferentes. (Si terminaran surgiendo monedas nacionales de verdad, los tipos, las diferencias, previsiblemente estarían bastante alejadas de las actuales)
El día de hoy parece indicado para copiar un escrito de Xavier Sala i Martin del 18-11, que reproduzco tomado de su Facebook
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La Pregunta Tabú. de Xavier Sala Martin, el Viernes, 18 de noviembre de 2011 a las 18:48
La pregunta Tabú en Europa, la que nadie se hace por miedo a que le den una respuesta es: ¿cómo está la salud fiscal de Alemania? Todo el mundo da por hecho de que Alemania es el garante último de todas las deudas de Europa y que su AAA está garantizada para siempre. Los mercados siguen pensando que Alemania es el país más seguro y sacan su dinero de los países periféricos (Grecia, Italia, España, Portugal e Irlanda) para invertirlo en Bunds alemanes con un rendimiento minúsculo de menos del 2%.
Pero la deuda alemana como fracción del PIB supera el 80% (en este sentido es MUY superior a la española, que no llega al 70%!) y todo indica que ese nivel de deuda va a empeorar, y mucho, en un futuro no muy lejano por la gran cantidad de compromisos explícitos e implícitos que Alemania ha hecho o se va a ver obligada a hacer.
Primero, la recesión económica que vive la periferia de Europa ya ha llegado al norte. Hasta ahora, Alemania se ha salvado de la crisis pero la cosa está empezando a cambiar. A medida que Alemania se hunde en su propia recesión, sus cuentas públicas se van a deteriorar porque sus ingresos fiscales van a caer y sus gastos por desempleo van a aumentar. Esperemos que Merkel no cometa el error de intentar solucionar su crisis con políticas keynesianas de demanda ya que eso solo empeoraría la situación, cosa que pueden atestiguar hoy sus amigos españoles (si es que los tiene).
Segundo, la población alemana está envejeciendo rápidamente y los babyboomers ya están a punto de jubilarse. El impacto fiscal de ese tsunami demográfico es gigantesco no sólo por las pensiones que van a cobrar sino por el gasto sanitario que una población tan anciana va a representar. A pesar de que Alemania exige reformas de pensiones y recortes en la sanidad de los países periféricos, no hay indicios de que ellos estén introduciendo esas reformas o practicando esos recortes.
Tercero, Alemania ya ha comprometido varios cientos de miles de millones de euros al fondo de rescate de Grecia, Irlanda y Portugal (unos 400.000 millones de momento entre todos los países del Centro).
Cuarto, a medida que la crisis se expande a países más grandes como Italia y España, las necesidades de dinero público alemán aumentan. Grecia necesita unos 200.000 millones. Italia y España necesitan 1,4 BILLONES de euros para financiarse SOLO EN LOS PROXIMOS TRES AÑOS!
Quinto, pero la crisis no se expande solamente a Italia y España. Es un secreto a voces que Francia está a punto de perder su status de AAA y lo mismo pasa con Bélgica. Las primas de riesgo de esos países empiezan a dispararse. Eso quiere decir dos cosas. La primera es que esos países están dejando de ser países del Centro (con capacidad de garantizar y financiar la deuda de los de la perder). El Centro se queda cada vez más pequeño. La segunda es que al dejar de ser países del Centro pasan a ser de la periferia. Es decir, no sólo no aportan dinero y garantías a los fondos de rescate sino que pasan a necesitar dinero y garantías. A medida que el Centro pierde países miembros y la periferia los gana, nos acercamos a un mundo en el que sólo hay un país que paga: ¡Alemania! No hace falta decir que esa situación generará un agujero fiscal en Alemania de dimensiones cósmicas.
Y sexto, todo apunta que la solución que se está gestando durante estas últimas horas en Europa es la expansión del fondo de Rescate (EFSF) con dinero de verdad (no con apalancamiento, que es lo que burdamente intentaron los líderes europeos en su último conejo de la chistera). Ese dinero vendrá de Estados Unidos, del FMI, de Alemania, de los BRICS y, sobre todo, del Banco Central Europeo (BCE). Parece que se va a llegar a una cifra de 600.000 millones para España e Italia, lo que permitirá dar un respiro de un año y medio (no se llegará a los 1,4 billones que se necesitan para un programa estable de 3 años). El problema es que, como no hay garantía de que Italia y España vayan a hacer los deberes (de hecho, nadie sabe exactamente cuáles son las propuestas de Rajoy o cual va a ser su equipo económico), existe la posibilidad de que ambos países no sean “solventes pero sin liquidez” sino que sean “insolventes”. Si son insolventes, el BCE se quedará con una cartera de bonos basura que puede acabar llevándole a su propia quiebra. Si el BCE quiebra, alguien va a tener que recapitalizarlo. ¿Quien? Lo han adivinado: ¡Alemania!
Resumiendo, los compromisos fiscales de Alemania para los próximos años son enormes. Tan enormes que parece mentira que nadie en Europa se haga la pregunta tabú.