En la Unión Europea se calcula que existen más de 130 ciudades (entre ellas Madrid y Barcelona) con un nivel de polución en el aire superior a los límites establecidos, lo que ocasiona unas 400.000 muertes al año. España, Italia, Francia y Alemania se encuentran entre los nueve países a los que la Comisión Europea ha obligado a realizar planes para combatir este problema medioambiental de sus territorios. La respuesta alemana podría suponer el inicio de toda una revolución: transporte público gratuito. La propuesta ha sido enviada por el jefe de gabinete de Merkel, Peter Altmeier y la ministra de Medio Ambiente a la Comisión Europea. Se espera que la respuesta sea positiva.
El plan alemán consiste en una fase previa de implantación del transporte público gratuito en cinco ciudades (Bonn, Essen, Mannheim, Reutlingen y Herrenberg) antes de que termine 2018. Si todo sale bien, el rango de ciudades se irá ampliando sucesivamente, llegando a las principales ciudades del país, como Múnich, Hannover, Colonia o la capital, Berlín.
La Asociación de Empresas Municipales, encargada en Alemania de la gestión del transporte público, ha acogido de forma positiva la iniciativa, aunque se muestra escéptica a la hora de hablar de la viabilidad del proyecto. El principal problema de esta medida es asumir íntegramente la recaudación obtenida por el transporte público (830 millones sólo en Hamburgo), puede poner en serios aprietos a la economía alemana. Sin olvidar el número de servicios y personal que deberá aumentar en respuesta a una mayor demanda ciudadana.Otras de las medidas integradas en el plan enviado a la Comisión, que puede suponer un antes y un después en la Unión Europea son reducir la circulación en el centro de las ciudades, restringir el volumen de taxis o fomentar el uso de vehículos compartidos