NO LEAS ESTE LIBRO. Podría pasarte que nunca llegues a tocar el suelo al caerte de un tobogán y que vayas a parar a un lugar del espacio exterior en la que una raza temible, los zarkianos, está en guerra con el resto de planetas de la Confederación...
Podrías descubrir que hay un niño humano torpe, simpático y valiente que ha sido elegido para cambiar las cosas y proteger el universo: Alex Colt. Él y sus estrafalarios amigos alienígenas forman un grupo de marginados y perdedores a bordo de la dañada nave escuela MADRE que viaja por la galaxia.
No leas este libro, sobre todo, si no te gustan las judías. Si no te gustan las judías y abres este libro -¡todo lo que se cuenta aquí es verdad, TODO!―podrías acabar convirtiéndote en un piloto del espacio, o, aún peor, en héroe.
Encuadernación: Tapa dura
Cuando uno de tus autores favoritos saca un libro, incluso si no está dirigido al público del que formas parte, lo suyo es leerlo. Cuando vi que Juan Gómez iba a probar con un público más infantil, decidí darle una oportunidad, incluso aunque fuera solo por apoyar al autor.
Alex Colt es un niño huérfano que no ha tenido una vida fácil: de casa de acogida en casa de acogida, lo único que Alex ha encontrado a lo largo de sus doce años de vida han sido problemas.
"Allá adónde iba, solía ser el blanco de matones y chicos mayores que él"
Sin una familia y luchando para sobrevivir, Alex Colt no ha conocido nunca algo tan sencillo como una sensación de seguridad o de que alguien se preocupe por él. Es en estas circunstancias cuando tiene lugar la " abducción". Y es una abducción entre comillas en el sentido de que no es la clásica abducción en la que unos alienígenas secuestran a una persona para hacer pruebas con ella o algo así: en este caso, es la PROPIA NAVE la que elige a Alex. MADRE, una mezcla entre nave espacial y ser vivo, elige a Alex Colt como un cadete para la academia espacial contenida en dicha nave. Y hasta aquí puedo leer.
Creo que la apuesta de Gómez-Jurado ha sido bastante atrevida, pero le ha salido bastante bien. Lanzar un libro con temática espacial para un público infantil-juvenil me parece un reto bastante complejo: los más pequeños pueden encontrar cosas que no entiendan o les resulten complejas, mientras que los más mayores pueden aburrirse por encontrarse cosas muy "obvias". Alex Colt ha conseguido quedarse en un punto intermedio. Al ser un libro lleno de ilustraciones, las cosas más complejas quedan perfectamente explicadas y retratadas, y a su vez tienen la complejidad perfecta para enganchar a los lectores que hayan hecho más "kilómetros" en el género de la ciencia ficción.
Personajes con ciertas habilidades, viajes de naves espaciales, muchos tipos de razas y especies de aliens: todo esto se puede encontrar en Alex Colt. Personalmente, como aficionado a las historias que " se mastican " (historias más densas o con mucho trasfondo), Alex Colt me ha sabido a poco, porque si tengo que plantear un resumen de la historia, me doy cuenta de que han pasado únicamente dos cosas, una al principio y otra al final, con unas cuantas revelaciones entre medias que han sentado una base muy buena para los futuros libros. Es por ello que quedo a la espera del siguiente libro que saldrá en septiembre.