Vuelven las alfombras de origen marroquí! Los materiales puros se llevan, volvemos a la tradición, lo que nos hace sentirnos cómodos y seguros. Apostamos por la calidad de la materia prima y la mano de obra artesanal. Todo aquel que haya pisado sobre una de estas alfombras de la región Beni Ouarain, al nordeste marroquí, sabe lo que se siente bajo su esponjosa lana dorada de estampados tribales. Nos quedamos con las recién extraídas de la lana de oveja, con un color blanco roto y dibujos arcaicos realizados con lanas negras, no teñidas.
Como siempre decimos, la belleza habita en la materia, hay que sentirla, tocarla, olerla, y disfrutarla, saber que se transforma en los materiales que llenan de vida nuestro hogar. Por eso no es lo mismo una alfombra de lana que una sintética, o un candelabro de plástico que uno de hierro. Cada material nos trasmite una sensación. La lana de estas ovejas ha sido convertida en alfombra tejida a mano por un artesano de la zona. No puede ser igual a una alfombra realizada a máquina, ¿no?