Alfonso Ussía escribe sobre la última donación de Amancio Ortega

Publicado el 21 marzo 2020 por Mike Sala @mikesala65



Hoy ha sido otro día de tragedia más de los muchos que aún nos esperan. Durante unas horas, España ha estado en el tercer puesto de países en número de infectados, tan sólo por debajo de China e Italia. En realidad a las 23 horas y 25 minutos de este viernes 20 de marzo, entre el tercer y el quinto puesto apenas hay diferencia en miles de enfermos. En este momento, el tercer puesto es para Alemania con 22.267 infectados, el cuarto es para España con 21.571 e Irán con 19.644
Pero en estos días tan oscuros también podemos encontrar noticias de esperanza. Y más vale que sea así, porque en medio de toda esta tragedia de la que aún no vemos el final también abundan los casos de bajeza humana que nos muestran el lado oscuro de ciertos inconscientes y de no pocos caraduras. Frente a todos ellos está la gallardía de quienes combaten la pandemia desde sus trabajos y actividades voluntarias, y el apoyo de quienes decidimos colaborar respetando el estado e alarma.
Alfonso Ussía rinde este 20 de marzo de 2020 un merecido homenaje a Amancio Ortega después de su último gesto solidario con la donación de batas y mascarillas a la sanidad española para los profesionales que está luchando contra el coronavirus. El diario Periodista Digital reproduce partes del artículo escrito por Ussía, y hoy, lo que me pide el cuerpo es no escribir yo y dejar paso en este pequeño blog a quienes se expresan mucho mejor de lo que yo pueda hacer.
Periodista Digital, 20 de marzo de 2020
Confiesa el columnista de La Razón que no ha tenido el placer de conocer en persona al dueño de Inditex, pero sí toda su labor:
“No lo conozco personalmente. Sí, por sus hechos, sus gestos y sus méritos. A nadie aborrecen más los vagos del nuevo estalinismo, Iglesias, Echenique, la «chica de la igualdad» –así es como moteja Carmen Calvo a Irene Montero-, que a este gran empresario que empezó repartiendo paquetes en una camioneta y hoy es una de las mayores fortunas del mundo.”
Subraya el odio ancestral que le tiene Podemos a empresarios de la estirpe del gallego:
“Lo que más odia un comunista es a un trabajador que triunfa, que trabaja, que arriesga y obtiene los beneficios de su esfuerzo. Ahora están más indignados que nunca, porque voluntariamente y de su bolsillo, se ha propuesto, una vez más, ayudar de forma desinteresada a sus compatriotas desamparados por la funesta gestión del Gobierno social-comunista de la pandemia del Covid 19. Lleva donados a la Sanidad Pública y la Privada casi mil millones de euros para dotarlas de los aparatos más avanzados para combatir el cáncer.”
Recuerda Ussía como Ortega viene a suplir una carencia oceánica del Gobierno de España:
“En este caso, y sólo como principio, ha destinado diez millones de euros para superar las lagunas –más bien océanos, del Gobierno de España en su aparente combate contra el virus que ya ha matado a 600 españoles. Ha donado 300.000 mascarillas, fabricadas por su empresa, y nadie del Gobierno ineficaz y traidor se lo ha agradecido. Y ha puesto en marcha en sus talleres, un sector exclusivamente dedicado a fabricar ropa adecuada y aislante para los sanitarios y toda suerte de personas que se ven obligadas a permanecer en los hospitales y residencias de ancianos en contacto con los contagiados y enfermos.”
E insiste en que los morados se ponen como hidras con cada nueva donación mientras el resto de españoles alaba cualquier gesto positivo:
“Y cada vez que anuncia una nueva generosidad social, el odio de los vagos de Podemos se incrementa. Los españoles enclaustrados en sus casas, aplauden todos los días a quienes velan por su salud. Primero a los sanitarios, pero sus palmas rompen también por los transportistas, que en condiciones heroicas, abastecen los mercados. Por los quiosqueros que abren para que los ciudadanos estén informados. Para los militares y Fuerzas de Seguridad del Estado, que desinfectan los establecimientos públicos y controlan el cumplimiento de las normas de la cuarentena. Para todos aquellos que en momentos tan extraordinariamente graves y trágicos, se ofrecen para mantenernos la esperanza.”
Destaca como este empresario hecho a sí mismo es uno de los benefactores mayores de nuestra sanidad:
“Pues bien, en ese aplauso unánime y voluntario, que nada tiene que ver con caceroladas resentidas e impulsadas por activistas comunistas inmersos en el Gobierno, tendría que estar en el pensamiento de los que muestran su gratitud libremente, Amancio Ortega, el empresario generoso, el español que individualmente más y con más eficacia contribuye a la salud y bienestar de sus compatriotas.”
Tira de memoria para poner negro sobre blanco los ‘logros’ de la turba podemita y sus terminales mediáticas:
“Los gallitos y las gallinas cacareantes de Podemos, cuando de Amancio Ortega se trata, cacarean superando los tonos agudos del histerismo, desde los millonarios del chalé en Galapagar al científico argentino que sin haber cotizado jamás, defraudó a la Seguridad Social que le había regalado la carísima silla que le negó la Seguridad Social argentina. Y sus paniaguados de la información televisiva, desde Évole a Wyoming, todos millonarios comunistas –y en el caso de Évole, amigo de terroristas y separatista camuflado-, no han dado un paso para donar ni una migaja de sus dineros a los necesitados.”
Denuncia como desde el Gobierno se trata de minimizar las acciones de Amancio Ortega;
“La empresa privada, ya ha iniciado sus movimientos para mitigar los males de todos, que eso es la pandemia, un mal común. Pequeños empresarios inmobiliarios ya han ofrecido sus apartamentos para reconvertirlos temporalmente en residencias para ancianos y contagiados. Y los farmacéuticos – también héroes nacionales-, invierten dieciocho horas diarias en la atención de los necesitados. Pero en Podemos y el sector más podemita del PSOE, denigran a Amancio Ortega y ordenan a sus paniaguados, por orden de Iván Redondo, que minimicen su extraordinaria generosidad.”
Tampoco se olvida de la reivindicación que ha realizado Madrid para el Ejecutivo central agilice la adquisición de un material que es de extrema urgencia y necesidad tener ya en los hospitales:
“El Alcalde de Madrid y la Presidente de la Comunidad, José Luis Martínez Almeida e Isabel Díaz Ayuso, se engrandecen cada día con la seriedad de su trabajo, y eso no cae bien en el Gobierno de España. Isabel Díaz Ayuso ha exigido al Gobierno que le haga llegar el material previamente prometido. En pocas semanas, ese material será innecesario, porque habrá cubierto la demanda Amancio Ortega, y es probable – no le deseo mal a nadie-, que gracias a él sean tratados con más eficacia y profilaxis algunos de los voceros del Gobierno o del estalinismo bolivariano.”
Y remacha con un gesto que considera de justicia para con este empresario gallego:
“De tener responsabilidades políticas algún día –tan probable en mi persona como someterme a una operación de transexualidad-, sometería a votación la creación de un monumento a Amancio Ortega frente al ministerio de Sanidad. Con una leyenda: «Al Trabajo y la Generosidad con sus compatriotas».
Como español, todavía no afectado por el contagio, pero entregado a lo que venga, considero un deber de justicia agradecer a quien desde una camioneta de reparto se ha convertido en uno de los diez empresarios más grandes del mundo –trabajando, podemitas, trabajando-, y en el más generoso con sus compatriotas. Gracias, don Amancio.”
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