El pasado mes de marzo tuvimos la oportunidad de asistir a la gala de entrega de los Premios AMAS, unos premios que perfectamente podrían ser el equivalente a los premios de la música de Asturias y que deberían ser vistos como una oportunidad para reunir a las distintas familias musicales de la región. Evidentemente, existen cosas que se tienen que mejorar, pero creo que son unos premios necesarios. Renunciar en estos tiempos a un espacio en los periódicos regionales hablando de la música hecha en Asturias, no es algo que se debiera plantear tan fácilmente.
El caso es que nos fuimos a la gala con el ánimo de conocer a grupos nuevos y el de saber si a alguna de la gente a la que ya conocíamos sería reconocida con uno de estos premios. Antes de ir, habíamos leído en la prensa una actuación de Alfredo González, pero desconocíamos de qué se trataba exactamente. Para nuestra sorpresa, la actuación resultaría ser un homenaje a quien recibiría el AMAS de honor aquella noche, el gran Jorge Ilegal, que actualmente se encuentra finalizando el ciclo de Ilegales para dar paso a un nuevo proyecto con Los Magníficos.
Alfredo realizó una versión de ‘Me gusta como hueles’ . Una versión que si algo transmite es sinceridad. Sinceridad con mayúsculas porque demuestra honor y respeto hacia el autor original, porque uno viendo el vídeo es capaz de sentir el pulso acelerado que debió tener Alfredo al empezar la canción. Recuerdo la emoción con que viví todo aquello desde mi asiento. Se le notaban los nervios, la inquietud por hacer una buena versión con Jorge mirando a pocos metros, pero a medida que pasaban los minutos consiguió olvidarse de todo, hasta finalizar con su mejor voz. Fue algo auténtico.
Tan auténtico que el mismísimo Jorge fue el primero en levantarse para aplaudir, llevando a un aplauso generalizado de todo el teatro. El público valoró el coraje de quien se atreve a realizar algo tan paradójico como versionar al inigualable Jorge Ilegal. Habían aplaudido la autenticidad.