No suelo frecuentar los hoteles de lujo, así que en cuanto me enteré de que el WestinPalace organizaba un sarao el pasado fin de semana en Madrid me dije a mí misma que no podía perderme una ocasión tan especial. En primer lugar, porque era un monográfico sobre bodas, nuestro tema favorito, y en segundo lugar porque, de paso, iba a poder sacar a la Pretty Woman que llevo dentro. Así que cogí el teléfono y reservé mi cita a las 18:00, preparada para recibir una lección de clase, elegancia y glamour.
Y no me equivoqué. Lo primero que pensé al llegar es que mi atuendo no estaba a la altura. Que pasillos, que moquetas, que nivel… y el evento, ni más ni menos que en la Suite Real (más grande que mi propio piso), preparada al más mínimo detalle para el “Open Day” en el que las novias iban a poder encontrar todo lo necesario para convertirse, ellas también, en Pretty Women el día de sus bodas.
La inspiración reinante, como no podía ser de otra manera, era los años 50. Así, estancia a estancia, los mejores representantes del diseño nupcial y otros ámbitos te trasladaban a la década de oro del glamour. De repente, como en una de las mejores películas de Grace Kelly o Ava Gardner, fui transportada a un mundo de colores pastel y buen gusto. Las creaciones de Nihil Obstat o Helena Mareque, el diseño de interiores de La Reina Oca, la dulzura de Sweet Desing o la magia de La Tua Pelle, entre otras, lo hicieron posible.
Ya el domingo, en la IV edición del Opera & Brunch Couture, presentación de las colecciones en petit comité, una propuesta muy similar a la que popularizaron también en los 50 diseñadores como Dior o Balenciaga. Vestidos preciosos, marco incomparable… solo faltaba un pequeño detalle: ¿quién se olvidó de avisar a Richard Gere?By Sara
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