Algo más que un sinpa a lo bestia

Por Francisco Enrique Perez Ruiz-Poveda @PATXIPE


Con las noticias ocurre como con las películas que, esquemáticamente, se puede decir que las hay A y B, aunque últimamente decir B sea prácticamente sinónimo de dinero negro y chanchullo.

Hoy, la noticia que ha directamente obnubilado a este vecino del mundo, es claramente B, o incluso Z, si se trata de incluir una clasificación más baja, por cutre,  pero que bien analizada da para mucho más de lo que se puede ver en la superficie de la noticia.
El titular “Más de cien comensales se van sin pagar de un bautizo en un hotel de León” aparte de estupor en un primer momento, y si no eres un empresario del gremio que instantáneamente  te haga solidarizarte con ello, como mínimo te saca una sonrisa. Pero si entras en el meollo del asunto, se van mezclando trazos que unos con otros pueden ir marcando un lienzo de lo que es nuestra vida actual.
Que te arriesgues a acometer un posible delito por irte sin pagar, en este caso, claramente, no es para cubrir tus necesidades más básicas. 
No se reúnen en un restaurante porque se están muriendo de hambre; sino, en gran parte, para cumplir una convención, digamos que social, creada en los últimos tiempos: los bautizos, y las comuniones, deben parecer  bodas en cuanto a alarde de medios.
A lo anterior, hay que añadirle, un grado, de racismo y espectacularidad a un mismo tiempo: "eran, se supone que la mayoría, rumanos, ciento veinte, que en apenas segundos, y antes de que se les sirviera la tarta, desaparecieron". 

Sin embargo, y ya en frío, ¿qué tiene de raro, o incluso por definirlo de alguna manera, "salvaje", esta noticia?

Si luego ya nos enteramos que  habían dejado una señal de novecientos euros, y quedan al rededor de otros dos mil euros, todo queda en mero artificio, un simple "pufo", como muchos de hoy en día, especialmente si recurrimos al mundo de la política, salvo por el hecho de que son "rumanos".

Hoy en día, nuestras tragaderas se han hecho tan anchas y flexibles que solo nos duelen, los pequeños grandes detalles, como diferentes razas o identidad sexual.

Si el gran "sinpa" hubiera pasado tras un congreso de algún partido político que, naturalmente, ellos de irse lo hubieran hecho por "puertas giratorias", sólo hubiera servido, tristemente, para captar más votos, como siempre, aunque ello después significara otro giro más de impuestos.

Pero, claro, los conductos oficiales siempre han predicado que somos nosotros, el ciudadano de a pie, los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades...
*FOTO: DE LA RED