Me dediqué a entender a profundidad el término “INTUICIÓN”, pues considero que es una cualidad que he tenido que aplicar con mayor ímpetu, y es que me ha pasado mucho que al no tener el resultado deseado en alguna misión, pienso -quizá como excusa- “Algo me decía que no era el camino”, no sé si por trampa mental o descuido, pero sí sé que la intuición es un salvoconducto para cometer algunos errores.
Aunque se define como la habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón, para mí, no tener intuición es más una falta de conexión entre los sentidos: la mayor parte del tiempo estamos distraídos o mejor dicho “enfocados” en una y otra cosa, que perdemos el poder para sentir más allá de lo que percibe nuestra piel… Entonces, no es un tema de intuición; es un tema de distracción.
A la intuición le dicen por sinónimo “presentimiento” y hasta cuestión de suerte en algunas oportunidades. Cuando esa vocecita te dice no hagas eso, no entres ahí, no te metas en ello, acepta ese trato o llama a esa persona… ¡Hazle caso! es una genuina conexión entre tus más puros sentidos y si te parece que tu imaginación crea torbellinos para que ésta se pierda entre sentimientos, emociones, recuerdos o anhelos, ¡Hazle espacio!.. Obsérvala como una protección divina o un poder que debes agradecer y aplicar,
Hay dos características recurrentes en cada definición que estudié, una es que la intuición es instantánea, -entonces creí que la mía estaba retardada- y otra es que no necesita el uso de la razón, -y me sentí culpable por ignorarla tanto tiempo-, pero es que además es tan espontanea como a veces imperceptible.
¡Primera conclusión! no es mi intuición la que debe potenciarse, es mi atención la que requiere “mayor atención”… ¡Segunda Conclusión! Estar más despierto y concentrado es la que me hace entender que en oportunidades e obviado mi intuición, entonces el camino no es procurar un instinto, perspicacia, sagacidad, clarividencia, presentimiento o vislumbre, el camino está en la real percepción, reflexión, análisis y examen de cada cosa que vemos, escuchamos o sentimos.