Algo no va bien

Por Mila Ciudad Interiorista @ellagardecoracion
Estamos en la era de la globalización y de las comunicaciones. Se supone que tanto avance debería ser positivo para la sociedad en general, porque nos hace la vida más fácil, más cómoda, en incluso más divertida. Pero en mi opinión, tanto avance en las comunicaciones está suponiendo un absurdo retroceso en las relaciones humanas. En muchos casos la gente se siente sola teniendo a millones de personas a su alcance a través de las redes sociales, aunque por desgracia, estas mismas pueden ser un caldo de cultivo para los insultos, vejaciones y malos tratos psicológicos sin siquiera dar la cara. 

Las televisiones están invadidas por personas sin fundamento y vendedores de humo que ganan una pasta, que hablan y hablan y nos lo creemos todo a "pies juntillas".


Decía Seneca que “no hay viento bueno, para quien no sabe dónde va”. La sociedad está claramente enfermando, a la vez que avanzamos tecnológicamente, des-avanzamos en valores, sentido común, en espíritu crítico, en tolerancia o respeto al prójimo. 

Leyendo los periódicos, me encuentro con continuos casos de asesinatos. Unos de padres a hijos, otros de ex-maridos a sus ex-mujeres, de madres a sus hijos, de abandonos en contenedores de niños recién nacidos, de ex-novios a ex-novias. Jóvenes e incluso niños que maltratan a sus padres y abuelos. Continuos casos de corrupción por parte de cualquier partido político. Robos, violencia en las aulas, alijos de droga.. Cientos de personas pasando hambre. Y todo esto en nuestro país "desarrollado".

Se ha perdido el sentido de lo normal, nos interesa más lo que pueda opinar de nosotros una persona por las redes sociales que no nos conoce de nada, que lo que te pueda decir un familiar o un amigo. Vamos por la calle como autómatas conectados a nuestros móviles y solo reaccionamos si alguien nos dice algo desde otro dispositivo. Somos intolerantes con lo que no nos encaja y no le damos ni la más mínima oportunidad a lo que nos parece diferente. Somos expertos en la ley del mínimo esfuerzo, cultivamos los músculos de los brazos, hombros, abdominales, piernas... pero el único músculo que no se cultiva es el más importante, el cerebro. 
Es decir, cultivamos los músculos ,y sin embargo, nos dejamos cultivar el cerebro.

Tenemos un problema, hay mucha gente que pasa de todo, y otros no se molestan en aprender pero si en poner la zancadilla a los quieren. 
Los chicos y chicas de mi edad necesitamos modelos ejemplares a seguir, y estos últimamente brillan por su ausencia.

La única manera de frenar las noticias escalofriantes de los medios de comunicación, es pararnos en seco y mirar dentro de nosotros. El materialismo solo nos lleva a una vida falsa, vacía, intolerante e infeliz.
Siento ser tan poco positivo, pero como sigamos así, cualquier día abriremos el periódico y encontraremos normal todo lo malo que ocurre. Entonces ya no habrá remedio.
Me gustaría que vierais estos vídeos del genial juez de menores Emilio Calatayud.  Donde habla de la realidad de lo que está pasando hace muchos años dentro de la sociedad y que cada vez va a peor. No cometas el error de no verlos.




¡HASTA LA PRÓXIMA!
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