Una cosa al día, al menos una cosa al día para tu crecimiento personal, para el desarrollo de tus dones, de tus habilidades; algo que te haga feliz (desde la honestidad; no puede ser de otro modo), que te ilusione, tuyo, que sientas en lo más hondo y expreses del modo que elijas. Algo con lo que experimentes tu expansión.
Poco a poco, día a día, paso a paso, gota a gota, con un entusiasmo sereno, apenas sin esfuerzo, vas sintiéndote capaz, útil, amado por ti, creativo... Y contribuyes, con tus pequeñas o grandes acciones, plenas de bellas intenciones, a un mundo mejor.