A su regreso del 41 Congreso Federal del PSOE celebrado en Sevilla, imbuido sin duda por la euforia desplegada en torno al líder máximo, el secretario general del PSRM, José Vélez, anunció que volvería a optar al cargo en las próximas primarias. No faltó quien recibiera la noticia, dentro y fuera de la organización, con evidente desagrado -incluso con desencanto-, a tenor de la deriva adoptada por el partido en esta Región, la misma que le llevó a bajar en las últimas autonómicas de 17 a 13 escaños en el Parlamento autonómico.
En 2021, Vélez cogió las riendas del PSRM obligado por las circunstancias. Tras pasar por la alcaldía de Calasparra y la Delegación del Gobierno, aterrizó en la calle Princesa dispuesto a reactivar al partido. Su primer error fue rodearse tan solo de fieles, alguno y alguna válido, ciertamente, pero obviando a otra gente que pudiera aportar, y mucho, al día a día de la formación socialista. Es palpable que de talento, en general, no está muy sobrada la política regional en estos últimos tiempos. Basta con seguir con regularidad los debates semanales en la Asamblea Regional.
El médico Txema Almela ha anunciado su intención de plantar cara a Vélez, sobre el que aún pesa la incómoda losa del caso de la plaza de toros de su pueblo. La forma de dar a conocer la noticia no deja de resultar insólita: a través de una entrevista en el blog de la periodista Rosa Roda, a la que Vélez propuso en su día como candidata alternativa a la dirección de la radiotelevisión autonómica.
En su declaración de intenciones, Almela asegura que se presentará para “revitalizar, no para sestear; para trabajar, no para cobrar; para impulsar, no para medrar”. A menudo, a Vélez y a su equipo se le suele echar en cara una especie de carácter acomodaticio para vivir instalados en la oposición. Se dice, aunque el italiano Giulio Andreotti lo rebatiera alegando que eso sí que desgasta de verdad, que no ejercer el gobierno te permite vivir bien, sin demasiados calentamientos de cabeza, yendo al carro de lo que otros deciden para luego criticarlos en su gestión. Lo que pasa es que en la Región de Murcia está historia dura ya demasiado tiempo y pronto, en 2025, se cumplirán treinta años de gobiernos ininterrumpidos del PP sin reacción efectiva desde las filas socialistas.
Almela dice que quiere cambiar modos y costumbres. Y que no lo intentó ya en 2021 porque le aconsejaron no dividir al partido, enfrentándose entonces a Vélez en primarias. Puede que él no sea el único que plante cara al candidato del aparato. El ex secretario general, Diego Conesa, está pendiente de lo que pueda deparar el Comité Regional, convocado para este jueves, y no es descartable que pudiera dar también el paso. Recordemos que Conesa, alejado de la política desde hace tres años, ha sido el único socialista capaz de tumbar al PP en unas autonómicas desde 1995. Rara avis, pues.
Lejos de este escenario queda, por el momento, María González Veracruz, muy bien situada en el ministerio de Óscar López, quien acaba de tomar las riendas del Partido Socialista madrileño para plantar batalla a la siempre impetuosa Isabel Díaz Ayuso. Pero todo apunta a que, por ahora, González Veracruz no se verá obligada a dar ese paso, como su compañera Pilar Alegría, en Aragón, lista para sustituir a Javier Lambán. Y es que aunque el PSRM pinte más bien poco en el concierto nacional socialista, Vélez sigue contando con el apoyo de Ferraz, a través del confirmado -tras su daño colateral en el caso Koldo- secretario de Organización, Santos Cerdán, alejado de convertirse en un elemento díscolo -o más bien todo lo contrario- como sí lo ha sido habitualmente para Pedro Sánchez el dirigente aragonés. Además, a día de hoy, Vélez controla el aparato regional del partido, de cuya militancia han de salir los 600 avales que precisa Txema Almela para dar el salto definitivo y echarle el pulso en la carrera, tan aficionado como es el ciezano a correr maratones. De manera que no le va a resultar sencillo a este expresidente grana pugnar por el liderazgo del PSRM y reflotarlo, tarea aún más ardua que sacar al Real Murcia del pozo de la Primera RFEF. Aunque, como reza el lema de una conocida marca de ropa deportiva, hoy por hoy, nada es imposible.