Es importante señalar que el chamanismo no se reduce (o no tiene porque reducirse) en los tambores y la psicodelia de imágenes de sucesos y animales sucumbiendo la mentalidad de la persona.
Sin embargo, gran parte de la labor consistirá en aprender a dejar ese estado de conciencia normal para pasar a un estado "alterado": es decir, en la capacidad de realizar viajes a otros reinos de existencia.